miércoles, 24 de junio de 2009


Son las doce de la noche y tengo inmensas ganas de soñar. Alguien me preguntó hace un rato, con qué quería soñar esta noche. Le dije que no sabía pero que sí sabía que hoy, especialmente hoy, tenía muchas ganas de soñar. 
Tengo ganas de soñar con un mundo, tengo ganas de soñar con una mirada, tengo ganas de soñar que me despierto finalmente, y luego de tanta espera al lado de "mi"  hombre. Tengo ganas de soñar que voy a andar en bici un día soleado, y sin tanto frío como en los días que me rodean. Tengo ganas de soñar que alguien me enseña a volar, y yo practico y practico hasta que en un santiamén me sale y vuelo. Tengo ganas de soñar con todo mirado desde lejos, tengo ganas de soñar con infinidad de olores. Sueño que sueño. Sueño que me duermo a soñar y me despierto soñando. 

martes, 23 de junio de 2009

Buscando lo mismo pero diferente


Olvidables

 

Besos

Abrazos

Palabras

Miradas

Discursos

Llamados

Siestas

Cenas

Despertares

 

 

Inolvidables

 

Besos

Abrazos

Palabras

Miradas

Discursos

Llamados

Siestas

Cenas

Despertares

lunes, 22 de junio de 2009

¿Dónde está la salida?


Imposibilidad de sentirme viva por un rato. Malestar estomacal. Sin sentires fuertes. Sueños profundos. Poca fuerza al despertar. Llanto al dormir. Esperanza ciega. Viajes que se caen. Destinos que cambian. Pocas ganas de todo. Ausencia a todos los lugares. Reencuentros difíciles. Encuentros fuera de lugar. Poca acción. Energías agotadas. Cambios que no se donde arrancan. Charlas que no llegan. Besos olvidados.  

miércoles, 17 de junio de 2009

Alguien que entiende lo que siento


Desatar las voces, desensoñar los sueños.
La revelación de la realidad,
la revelación de la identidad,
exige el coraje de la contradicción.
La cabeza del ego lleva la muerte
en la nuca y la vida en la cara.
De nuestros miedos nacen nuestros corajes
y en nuestras vidas están nuestras certezas.
Los sueños anuncian otra realidad posible
y los delirios, otra razón.
En los extravíos nos esperan los hallazgos,
porque es preciso perderse para poder encontrarse.
Y al fin de cuentas, somos lo que hacemos.
Decía José Artigas que en la contradicción
está la única prueba de la libertad,
y podríamos agregar que en la contradicción
está la única prueba de la vida, de la vida viva.
La identidad no es una pieza de museo
que se cita en la vitrina,
sino la siempre cambiante síntesis
de los conflictos y desafíos de cada día.
Y hoy no es nunca, es otro hombre de ayer.

Eduardo Galeano (Celebracion de las contradicciones 2)

Buscando un poco de coherencia


Perdidos en la estratosfera se encuentran. Intentan hablar, pero solo pueden mirarse. Intentan tomar decisiones racionales pero solo pueden hablar incoherencias. Se toman de la mano y vuelan de acá para allá, sin pensar. Por momentos se detienen y se miran nuevamente. De dicen y se desdicen. Hacen y no se arrepienten. Se escuchan y proyectan por un rato corto. Todo sale de la manera menos esperada, y sin embargo se aceptan. El mundo está patas para arriba, sus vidas también lo están, pero ellos sonríen. 

lunes, 15 de junio de 2009

La vida sin mi

Feriado sin feriado.

Amor sin besos.

Relajo con dolor.

Trabajo sin pasión.

Escribo sin ideas.

Duermo con los ojos abiertos.

Como desperdicios.

Frío sin abrazos.

Fin de Semana sin descansos.

Música sin oídos.

Película que no sorprende.

Todo lleno de nada.

 

martes, 9 de junio de 2009

Besos que no fueron


¿A dónde van a parar los besos que no se dieron? ¿Dónde quedan guardados esos impulsos de amor que tenemos y que por una u otra razón no podemos entregar a su destinatario? Uno intenta acumularlos para algún día poder entregarlos, pero es claro que esos besos que no nacieron en algún momento se salen de nosotros justo cuando ya no tenemos la necesidad de darlos. Pero nadie sabe donde van, donde se acumulan, y si es que existe un lugar que los reciba. 
Algunos de nosotros acumulamos besos que no podemos entregar por la distancia, otros por cobardía, miedo, y muchos otros porque esos besos no tienen destinatario o este no quiere recibirlos. Pero algún lado deben ir. No pueden desaparecer, no pueden quedar vagando por los aires. Por favor que alguien me diga adonde van. 
Quizás vaya un día de estos a aquel lugar. Quizás encuentre algún beso que alguna vez alguien quiso darme y no pudo, o no quiso. Quizás solo encuentre mis besos acumulados. Como si uno podría ir allí y ver cajitas de madera de distintos tamaños que tengan esta inscripción: "Estos besos son de una fulana que alguna vez quiso dárselos  a un fulano". 

jueves, 4 de junio de 2009

Sentidos


Llega el día. Hace años que lo ha planeado. Nuevamente toma un venda y se la pone en los ojos. Pone play en su equipo de música. Ya tiene el repertorio preparado para la ocasión. Se acuesta en el piso y empieza a sentir la música. El sentido de la vista será negado esta noche. Luego de un rato de respirar la música. Va hacia la mesa y empieza a tantear con las manos las cosas que hay allí. Primero agarra un copo de nieve, lo toca suavemente, para que no se rompa. Lo huele y muerde un poco. Inmediatamente su memoria toma las riendas y ella recuerda su infancia jugando en aquella plaza en una tarde soleada. Luego bebe el mate cocido y se acuerda de su abuela. Prueba un pedazo de carne con salsa picante que le hace recordar a aquel viaje. Sigue comiendo y sintiendo el gusto de cada cosa. Siente pasos a su alrededor. Siente un aroma. Es él. Él la acaricia. Ella está  a punto de sacarse las vendas pero él lo impide. El la abraza, ella tiene los ojos cerrados y vendados, pero sin embargo los cierra aun más. El la besa apasionadamente y le susurra algo al oído. Ella lo toma de la mano y sonríe. Cierran la puerta, bajan por el ascensor. Ella confía plenamente en él. La sube al auto, delicadamente. Ella abre la ventanilla para sentir el viento. Andan en silencio durante unas horas por alguna ruta. De repente el auto se detiene. Él, sin decir nada baja del auto, y la va a buscar. Cuidadosamente la lleva caminando unos metros. Le saca los zapatos y las medias. Siguen caminando. Ella empieza a sentir como la arena se va metiendo entre sus dedos. Siente la brisa, siente el aroma al mar. Caminan hasta la orilla y la sienta. Ella está aun con los ojos vendados. Él se aleja y la deja a ella disfrutando de ese momento.