viernes, 18 de septiembre de 2009

Sin palabras

Estamos los dos parados, nerviosos. No podemos dejar de mirarnos. No sabemos que es lo que nos rodea y no nos importa. Nos seguimos mirando y hablamos de no se que. Cada vez más cerca. Sonreímos y seguimos hablando cada vez más bajo, porque cada vez nos escuchamos más y nos miramos más. Empiezo a sentir su aliento cerca de mi boca. El cuerpo me tiembla levemente. Sale una palabra de mi boca. Sale otra más linda de la suya. De repente mientras el habla siento que sus labios rozan los míos. Lo agarro las manos que estan a medio centímetro de las mías. Por fin, llegó el momento de no hablar más.








lunes, 14 de septiembre de 2009

No quiero loop


No quiero aburrirme. No quiero dormirme. No quiero una pareja loopeada. No quiero acostarme a dormir. No quiero que me hablen y no escuchar. No quiero dar un beso, o un abrazo por lástima. No quiero hacer cosas con desgano. No quiero estar con alguien para no estar sola. No quiero repetir historias. No quiero ser elegida. No quiero que sólo la noche debilite los corazones. No quiero dejar de ser quien soy. No quiero mirar sin amor. No quiero relegar mis sueños. No quiero escribir sin ganas. No quiero dejar de comunicar. No quiero dormirme en los laureles. No quiero dejar de vivir.

martes, 8 de septiembre de 2009

La más más...


¿No les pasó que un día se dan cuenta que dejan de ser aquello que habían sido? De golpe y porrazo uno es conciente que antes era destacado por algo, o conocido en algún grupo por algún rasgo particular y ahora ya no lo es.
Yo, por ejemplo, fui siempre la más chica de todos los grupos. De la facultad, de teatro, entre mis amigos, etc.. Ahora, ya casi con una treintena de años no lo soy.
También supe ser la que tenía más delantera entre muchas. Pero con esto de las operaciones, mi cuerpito alejado de las intervenciones quedó atrás y ya no se me destaca por aquella virtud. Supe ser la más alta de muchas filas escolares, pero luego llegaron chicas más altas y tuve que abandonar mi puesto. Era la que más rápido corría y ahora cada vez corro más lento y largo.
Supongo que con el tiempo van cambiando nuestros rótulos, nuestras marcas exteriores, nuestro reconocimiento ante los otros. Algunas cosas está bueno dejar de ser, otras quizás dan un poco de nostalgia. Algunos rótulos no tendré nunca y otros nuevos llegarán.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Buscando


Me siento una vez más sobre está maquina con intenciones de escribir. Tengo muchas ganas de hacerlo, pero ahora como otras veces que lo intento, no se por donde empezar. Estoy leyendo mucho por estos días. Leyendo de todo un poco. Y leer siempre me inspira, me da ganas de hacer cosas, me surgen tramas, ensayos, ideas pero que luego no se bien como desarrollar, o simplemente me distraigo con cotidaneidades inservibles. Pongo música suave para dejarme llevar.
Llueve y no deja de llover hace unos días en Buenos Aires, salgo lo mínimo e indispensable de mi casa, me guardo, me preparo, me armo para otro día. Hablo con gente sobre lo que pasó, lo que pasa y lo que queremos que pase. Tengo hombres que me rodean, algunos ni siquiera saben cual es mi color favorito, otros no saben que los sueño y algunos saben más de lo que deberían saber. Escribo mientras mi cigarrillo se consume solitario en el cenicero, ansio un vino, pero no me gusta tomar sola y en silencio. Un leve dolor de cabeza intenta apoderarse de mi, pero lo rechazo girando mi cabeza de un lado al otro. Si tan solo puediera escribir todo lo que tengo escrito en el cuerpo. Si pudiera expresar mis emociones hoy con palabras. Pero evidentemente no puedo. Me limito a respirar, salir de acá y mirar por la ventana a ver si por debajo de ella pasa caminando alguna respuesta.