jueves, 4 de junio de 2009
Sentidos
Llega el día. Hace años que lo ha planeado. Nuevamente toma un venda y se la pone en los ojos. Pone play en su equipo de música. Ya tiene el repertorio preparado para la ocasión. Se acuesta en el piso y empieza a sentir la música. El sentido de la vista será negado esta noche. Luego de un rato de respirar la música. Va hacia la mesa y empieza a tantear con las manos las cosas que hay allí. Primero agarra un copo de nieve, lo toca suavemente, para que no se rompa. Lo huele y muerde un poco. Inmediatamente su memoria toma las riendas y ella recuerda su infancia jugando en aquella plaza en una tarde soleada. Luego bebe el mate cocido y se acuerda de su abuela. Prueba un pedazo de carne con salsa picante que le hace recordar a aquel viaje. Sigue comiendo y sintiendo el gusto de cada cosa. Siente pasos a su alrededor. Siente un aroma. Es él. Él la acaricia. Ella está a punto de sacarse las vendas pero él lo impide. El la abraza, ella tiene los ojos cerrados y vendados, pero sin embargo los cierra aun más. El la besa apasionadamente y le susurra algo al oído. Ella lo toma de la mano y sonríe. Cierran la puerta, bajan por el ascensor. Ella confía plenamente en él. La sube al auto, delicadamente. Ella abre la ventanilla para sentir el viento. Andan en silencio durante unas horas por alguna ruta. De repente el auto se detiene. Él, sin decir nada baja del auto, y la va a buscar. Cuidadosamente la lleva caminando unos metros. Le saca los zapatos y las medias. Siguen caminando. Ella empieza a sentir como la arena se va metiendo entre sus dedos. Siente la brisa, siente el aroma al mar. Caminan hasta la orilla y la sienta. Ella está aun con los ojos vendados. Él se aleja y la deja a ella disfrutando de ese momento.
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4 comentarios:
Con los ojos cerrados, creo que uno puede redescubrir el mundo...
Saludos!
me pone triste el mar, y cuanto tardas en venir, cantaban unos amigos...
"es el cielo sobre el mar, una extraña sensación"
Exquisitos saludos guapa.-
Mi despacho en la universidad está ahora y media en transporte público de mi casa.
A veces, en el tren o en el autobús, cierro los ojos y intento sentir todas las partes de mi cuerpo. Notar donde termina mi dedo gordo y donde empieza el aire, la nada. Y hago lo mismo con todas las partes del cuerpo. Parece una tontería, pero no resulta sencillo, no siempre lo consigo. Parece una tontería, pero sentir, sentir no resulta sencillo. Tenemos, demasiado cerebro. ¿o no? No sé...
un abrazo
Dr.
p.d.
En Italia le llaman calcetto, en Brasil Futbol Salón, en España futsal o futbol sala, eso a lo que juego, pero si ahora volviera empezar, me dedicaría al handball, pero no de portero de central o de pívote, porque me parece el deporte más lindo, me apasiona su intensidad...
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