jueves, 31 de diciembre de 2009

Soy "solita" y estoy bien así


Ya no soy más sola. Ahora soy "solita" como dice mi madre. Pero sigo estando bien así. ¿Está mal? El mundo conspira para que encuentre a mi media naranja, al amor de mi vida, a mi complemento. Pero que pasa si yo estoy bien así y no quiero encontrar una naranja, porque busco un pomelo, o no quiero al amor de mi vida porque no creo en nada que sea para toda la vida (salvando a la familia y de los amigos elegidos), que pasa si no quiero complementarme?????

domingo, 20 de diciembre de 2009

Purgación


Masa de masas corporales. Calores, olores, perfumes olvidados todo mezclado en un vapor que sube desde los cuerpos hacia el cielo. La música se siente con el pecho, con la nuca, se baila y no se puede dejar de hacerlo. Todos mirán hacia el frente, como un ejercito de pupilas dilatadas mirando a su líder, esperando sus verdades. Soledades que de vez en cuando se miran los unos a los otros. Soledades que se encuentran en rondas para repartir sensaciones químicas. Están todos sobre un pantano, el barro sube por las piernas, las zapatillas hacen sopapa al bailar, pero no es impedimento para hacer eso que tan bien les sale. Las luces, las formas, los colores que son representadas al frente potencian las sensaciones extáticas.Y en ese mismo momento en donde las luces, la música, el vapor, el pantano confluyen, los hombres purgan sus afecciones. El objetivo del espectáculo (y sus aditivos) está logrado.

:: Dibujo por Julieta Arroguy - http://julietaarroquy.blogspot.com ::

lunes, 7 de diciembre de 2009

Despertares



Y de golpe aparecen estas inmensas ganas de volver a mi vida. Esa que está un poco olvidada por estos días, semanas y meses quizás. Algo me despierta abruptamente, me grita, me sacude y me inyecta energías para hacer eso que me gusta. El cuerpo se me llena de ganas de gritarle al mundo mis verdades, como si estas fueran universales. Pero en seguida entiendo que son sólo mis verdades, y que nadie quiere escucharlas porque cada uno tiene las suyas. Brindo por las diferencias pero también no quiero caer en la ficción de un mundo desigual. Como siempre mis contradicciones me marean y persiguen.
La cuestión es que hay mucho mundo por vivir, hay muchas búsquedas por hacer, hay mucho por encontrar, mucho con que tropezarse, mucho porque levantarse. Quiero un poco de todo eso. Me siento ahora como parada frente a un plato enorme de vida al cual quiero empezar a degustar de a poco, o todo de una vez. Probar cada bocado despierta, sin dejar de sentir el gusto de cada uno de ellos. Sin cerrar ninguno de mis sentidos disfrutar de los colores, de las texturas, de los olores. Quiero comerme esta vida mía. No quiero dejar nada para más tarde porque esta es el único que tengo. Quiero llenarme de este mundo rojo febril, doloroso y amoroso a la vez.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Enrarecidos


Conversaciones detenidas en noches frías.
Nada fluye. Todo está trabado y cada paso es un acto heroico.
La diversión es superficial y a oscuras. Hace olvidar por un rato los dolores, pero la violencia explota justo antes de que amanezca.
La pena y los deseos se mezclan.
El extraño permanece extraño.
Las ganas crecen pero todo está enrarecido.
Todos estamos enrarecidos. ¿En qué clase de seres nos estaremos convirtiendo?

domingo, 22 de noviembre de 2009

Solos en colores


¿Cómo es el momento en que dos soledades se encuentran? ¿Qué piensan? ¿De qué color es ese momento? ¿Cuántas cosas se dicen, cuántas callan? Quiero estar solo/a. Afirman ambos, pero sin embargo los dos marchan hacia el encuentro. ¿Es qué la soledad es solo una postura que uno defiende cuando está solo? ¿O es en serio una elección? Mejor sola que mal acompañada, dice ella. ¿Estas segura? Le pregunta él. No hay respuestas.
¿Cómo es ese momento en que dos soledades se hacen compañía? ¿Cómo es estar solo con un otro? ¿De qué color es ese encuentro?

martes, 17 de noviembre de 2009

El punto de no retorno


Empieza a llover sobre el calor. El cemento empieza a evaporar sus calores acumulados. Yo necesito de la lluvia y salgo. Camino buscando limpiarme de algo que no se bien que es. Inclino mi cara hacia el cielo para que las gotas me golpeen de frente y terminen de despertarme. No se bien porque, pero empiezo a llorar. Nadie se da cuenta, las lagrimas se disimulan. ¿Es hora de cambiar algo o es hora de seguir yendo por este camino lleno de incertidumbres? Quizás sea hora de empezar a encontrar algunas de las respuestas, o capaz sea el momento de hacerme cargo que las cosas son simple y complejamente de esta manera incomprensible. El tiempo a veces no nos dice nada. No espero que el tiempo me diga algo, solo espero aquí y ahora, respirar, respirar, y respirar bajo la lluvia.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Oda en contra de los abogados

El: Hola linda
Ella: No me gusta que me digan linda
El: Ay bueno, bebé, como te gusta que te digan?
Ella: Bebé tampoco
El: Bueno que haces de tu vida?
Ella: ¿Quién sos? ¿Porque tenes mi msn?
El: Soy yo, el hombre de tu vida.
Ella: Estas loco. ¿Quien sos?
El: Bueno, me dio tu dirección un conocido. Pero que pasa que estas asi, no te gusta hablar conmigo?
Ella: No, porque no se quien sos y me decis bebé y linda.
El: Bueno, soy Pablo, soy abogado y queria hablar con vos.
Ella: ¿Abogado? Con razon...
El: Con razón que?
Ella: Nada, yo me entiendo.
El: ¿Qué tenes en contra de los abogados?
Ella: Nada, solo que no me caen bien y no les caigo bien.
El: Bueno, yo trabajo en tribunales pero no soy abogado. Que pasa que estas asi a la defensiva, tu novio te cagó?
Ella: ¿Qué? Estas loco nene.
El: Uy hoy no te tomaste la pastilla
Ella: De que hablas?
El: Y si era de esperarse que te cague...
Ella: nene, estas loco? Estas hablando solo.
El: Y si con una mina como vos que se hace la inteligente...
Ella: No entiendo tu resentimiento y que haces hablando así. Yo de ultima estoy aburrida.
El: Es verdad, no se que hago gastando palabras en una boluda como vos.
Ella: Ojalá algún día no tengas tanto resentimiento y seas feliz.
El: Que bueno que te dejó y te cagó.
Ella: jajjaja estas loco. Adiós, Boga.
El: Chau.

:: Tristemente basado en una historia real ::

Dolor femenino



Me desperté más temprano de lo habitual. Un dolor brutal se metió en mi cuerpo desde temprano. Ese maldito dolor que nos hace más féminas que nunca. Si las mujeres somos complicadas, supongo que mucho más debemos serlo en esos días. Nunca asocié mi mal humor en esos días, ya que mi mal humor es bastante más aleatorio. Pero ultimamente, no se porqué estoy mucho más suave y sensible esos días.
La cuestión es que estuve todo el día en punto muerto. Intentando hacer cosas pero el dolor no se iba, el malestar crecía a medida que las horas se iban comiendo las una a las otras. Tenía que ir a buscar unos análisis y pensaba hacerlo en bicicleta, para despejarme, para tomar aire, para que el viento me despabile un poco. Pero llegó la hora y la bici no era una buena opción, asique decidí tomarme un subte post paro. Me puse el pantalón más ancho que tengo, una musculosa veraniega y salí a la calle. Ya al llegar al subte, un chico con una guitarra me despertó unos segundos. Pero todo fue muy efímero. Intenté escuchar música, pero no se porque los días que estoy asi, la música no me hace bien por la calle. Bajé del subte y empecé a caminar. Me encontré con caras de perro, muchas. Un día como hoy miro a la gente y la veo fea. Los veo infelices, los veo de la mano mirando para cualquier lado, los veo peleándose con los otros peatones que los rozan, los veo indefensos, los veo teniendo lo que no quieren y no peleando por sus deseos. Sin quererlo, supongo que para contrarestar al mundo empece a sonreír a mirar a la gente a los ojos, a mirarlos a todos, intentando ver que era lo que veía. Retiré mis análisis y como el dolor ya había cesado un poco decidi volver caminando. Me esperaban como treinta cuadras hasta mi casa de vuelta. Seguía mirando a los ojos. Intentando descubrir sus mentiras, sus verdades ocultas. Como toda mujer cuando está de mal humor, tenía unas ansias de comprar algo para sentirme mejor. Entonces me metí en una verdulería llena de hombres corpulentos y me compré frutas y verduras para hacerme un rico jugo al llegar a mi casa. Llamé a un amigo para ver si podíamos vernos un rato. Necesitaba un poco de cariño. Pero mi amigo tenía una de sus mil ocupaciones semanales, es normal. Asique caminé y caminé, con mis bolsas, mis estudios y mis humores. Llegúe a mi casa. Le había dado una vuelta a mi dia mal humorado, pero igual pasé por el quiosco, me compré un par de ibuevanoles para que el dolor no me sorprenda nuevamente. Ojalá mi amigo me estuviese esperando para tomar unos mates ahora. Ojalá pudiera dejar estas lagrimas estancadas salir.

lunes, 9 de noviembre de 2009


¿Porqué el amor es tan complicado? Es difícil buscarlo, encontrarlo y mantenerlo. Mientras miles de personas no se cuestionan mucho y siguen adelante con sus amores, van de la mano de acá para allá por la vida queriéndose, aceptándose y queriéndose tal cual son. A mi por mi parte cada día me resulta más complicado todo esto. Me enrollo con amores imposibles y lejanos, supongo que un poco a propósito, otro poco inconsciente y así sigo viviendo mi vida. Mientras camino tomada de mi propia mano, mirando al mundo que sigue girando.

jueves, 5 de noviembre de 2009


- enamorarse profundamente hasta volverse tonto
- jugar con sobrinos
- el mate cocido de mi abuela
- hablar y abrazar a mi familia
- los cinco segundos antes de un primer beso
- el primer besos y los subsiguientes
- caminar bajo la lluvia
- andar en bici sin muchos autos cerca
- enroscarme con alguien en una cama todo el día
- ver películas que producen efectos en uno
- un orgasmo
- mirar la luna
- tomarse un vino con mis amigos
- disfrutar de la cocina de vanguardia
- comer un asado
- tirarme en el parque a pensar
- apasionarse con algo o con alguien

sábado, 31 de octubre de 2009

Preludios


¿Y si me muero mañana? De golpe se me vino esa pregunta a la mente. Supongo que más para intentar contestar porque no debería morirme que por contestar la pregunta en si. Si me muero mañana sería un gran problema. Porque estoy justo en el medio de algo, en el medio de un proceso, en el medio de un sueño, en el medio entre la felicidad y la tristeza. No quiero morirme mañana. Definitivamente me quedan muchas (infinidad) de cosas por hacer, por sentir por probar. Ultimamente estoy como este escrito, desordenada y trabada. Me cuesta escribir, me cuesta levantarme por las mañanas, me cuesta conectarme con la gente, me cuesta encontrarme con la gente. Mi vida dio un vuelco que no esperaba. Yo lo generé, sin dudas, pero las dudas vinieron después. Supongo que es el preludio de algo bueno, y como todos los preludios son confusos, no te dicen como termina algo, solo te dan herramientas para entender como comenzará. Y ahí estoy en medio de este preludio, intentando no morirme en el medio ya que quiero llevar a fondo este sentimiento que tengo adentro. Intentando disfrutar el ahora para poder ser feliz en el después que se viene.

sábado, 24 de octubre de 2009

Abrigo de alma



Ella lleva una cartera floreada. En su interior hay un poco de todo. Lleva poca plata, un par de objetos que siempre acarrea y nunca usa, una guía, una crema para los labios, un paquete de cigarrillos, y un anotador por si se le viene a la cabeza una idea maravillosa. Es muy precavida. Siempre sale con un abrigo, más allá de que sea verano. "Mejor prevenir que sufrir el frio" piensa ella en su interior cada vez que carga el saquito. Ese día está de buen humor, luego de largos días de letargo y encierro. El día no está soleado, pero ella camina por las calles donde el incipiente sol se hace sentir. Sabe que alguien la espera, pero no quiere volver a su casa. Camina, casi sin rumbo. Se deja llevar por los pasos. Va mirando para arriba, como siempre. Mira las ventanas de los edificios, intentando descubrir algo nuevo, intentando ser un poco voyeur de la vida de los otros. Ella piensa que la suya es un poco aburrida últimamente. Empieza a sentir una presencia cerca, pero sigue distraída y distrayéndose con las ventanas ajenas. Un hombre camina a su lado. Ella lo mira con su vista panorámica, que no es como la del lince, pero de algo le sirve. El hombre camina, e intenta descubrir que es lo que esa mujer mira. El hombre comienza a meterse, como ella, en las ventanas ajenas. Sonríen, pero no se miran. Los dos se sienten, se perciben. Empieza a anochecer y los dos siguen dejando recorrerese por la ciudad. Pasaron minutos, horas, ninguno de los dos sabe y no les importa. Empieza a refrescar. Sin que medie ninguna palabra el hombre le pone un saco sobre los hombros. Ella lo mira, y agradece con una sonrisa. El la toma de la mano y siguen caminando. Se aprietan fuerte las manos, como saludádandose, como reconociéndose, como abrazándose con esa parte del cuerpo. Sus manos dicen todo. No hay más que decir con palabras. Ella sabe que alguien la espera, pero hoy no quiere volver. Hoy no va a volver.

lunes, 12 de octubre de 2009

¿Qué corno quiero?


Viajar. Probar. Amar. Apostar. Reír. Llorar. Dejar mi vida. Empezar otra pero siendo la que soy. Dejar mi casa. Empezar en una nueva casa. Quedarme. Tirar un sueño por la borda. Estabilizarme. Aburguesarme. Buscar. Dejar de buscar. Aceptar. Permitir enamorarme. Conocer gente. Conocer una cultura. Inmiscuirme en esa cultura. Volverme machista. Defender mi feminismo. Volverme neutra. Amar al otro por sobre todas las cosas. Amarme a mi por sobre todos los amores. Dejar. perder. Ganar.

lunes, 5 de octubre de 2009

Dejar el alma en cada viaje


Viajar sin duda es uno de mis mayores placeres. Estar en lugares extraños, mirando culturas distintas, comiendo todo los que los otros comen, tomando lo que toman, aprendiendo palabras, formas de moverse y de ser. Viajar me agranda, me infla, me llena en todos los sentidos posibles. Viajando uno encuentra y percibe aquellos detalles que uno se pierde de vista cuando vive mucho tiempo en el mismo lugar. Oler, tocar, sentir, recorrer, probar, disfrutar, escuchar son algunos de las acciones que estuve realizando estos últimos días. Claro que cada vez que regreso, como hoy, dejo parte de mi alma por aquellos lugares. Dejo una parte de mi que solo puede ser allá, cerca de mi amor. Y así regreso a mi hogar, media feliz, media llena y vacía al mismo tiempo.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Sin palabras

Estamos los dos parados, nerviosos. No podemos dejar de mirarnos. No sabemos que es lo que nos rodea y no nos importa. Nos seguimos mirando y hablamos de no se que. Cada vez más cerca. Sonreímos y seguimos hablando cada vez más bajo, porque cada vez nos escuchamos más y nos miramos más. Empiezo a sentir su aliento cerca de mi boca. El cuerpo me tiembla levemente. Sale una palabra de mi boca. Sale otra más linda de la suya. De repente mientras el habla siento que sus labios rozan los míos. Lo agarro las manos que estan a medio centímetro de las mías. Por fin, llegó el momento de no hablar más.








lunes, 14 de septiembre de 2009

No quiero loop


No quiero aburrirme. No quiero dormirme. No quiero una pareja loopeada. No quiero acostarme a dormir. No quiero que me hablen y no escuchar. No quiero dar un beso, o un abrazo por lástima. No quiero hacer cosas con desgano. No quiero estar con alguien para no estar sola. No quiero repetir historias. No quiero ser elegida. No quiero que sólo la noche debilite los corazones. No quiero dejar de ser quien soy. No quiero mirar sin amor. No quiero relegar mis sueños. No quiero escribir sin ganas. No quiero dejar de comunicar. No quiero dormirme en los laureles. No quiero dejar de vivir.

martes, 8 de septiembre de 2009

La más más...


¿No les pasó que un día se dan cuenta que dejan de ser aquello que habían sido? De golpe y porrazo uno es conciente que antes era destacado por algo, o conocido en algún grupo por algún rasgo particular y ahora ya no lo es.
Yo, por ejemplo, fui siempre la más chica de todos los grupos. De la facultad, de teatro, entre mis amigos, etc.. Ahora, ya casi con una treintena de años no lo soy.
También supe ser la que tenía más delantera entre muchas. Pero con esto de las operaciones, mi cuerpito alejado de las intervenciones quedó atrás y ya no se me destaca por aquella virtud. Supe ser la más alta de muchas filas escolares, pero luego llegaron chicas más altas y tuve que abandonar mi puesto. Era la que más rápido corría y ahora cada vez corro más lento y largo.
Supongo que con el tiempo van cambiando nuestros rótulos, nuestras marcas exteriores, nuestro reconocimiento ante los otros. Algunas cosas está bueno dejar de ser, otras quizás dan un poco de nostalgia. Algunos rótulos no tendré nunca y otros nuevos llegarán.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Buscando


Me siento una vez más sobre está maquina con intenciones de escribir. Tengo muchas ganas de hacerlo, pero ahora como otras veces que lo intento, no se por donde empezar. Estoy leyendo mucho por estos días. Leyendo de todo un poco. Y leer siempre me inspira, me da ganas de hacer cosas, me surgen tramas, ensayos, ideas pero que luego no se bien como desarrollar, o simplemente me distraigo con cotidaneidades inservibles. Pongo música suave para dejarme llevar.
Llueve y no deja de llover hace unos días en Buenos Aires, salgo lo mínimo e indispensable de mi casa, me guardo, me preparo, me armo para otro día. Hablo con gente sobre lo que pasó, lo que pasa y lo que queremos que pase. Tengo hombres que me rodean, algunos ni siquiera saben cual es mi color favorito, otros no saben que los sueño y algunos saben más de lo que deberían saber. Escribo mientras mi cigarrillo se consume solitario en el cenicero, ansio un vino, pero no me gusta tomar sola y en silencio. Un leve dolor de cabeza intenta apoderarse de mi, pero lo rechazo girando mi cabeza de un lado al otro. Si tan solo puediera escribir todo lo que tengo escrito en el cuerpo. Si pudiera expresar mis emociones hoy con palabras. Pero evidentemente no puedo. Me limito a respirar, salir de acá y mirar por la ventana a ver si por debajo de ella pasa caminando alguna respuesta.

martes, 25 de agosto de 2009

Cursilerías


¿Porqué soy tan cursi? ¿Porqué soy tan llorona? ¿Porqué me emociona todo? Son preguntas que quizás no tengan respuestas. O quizás las respuestas esten tan adentro mío internalizadas que nunca las encuentre. Tampoco me preocupa tanto responderlas, anque sí el hecho de dar cuenta de este rasgo de mi personalidad que me hace hacer algunas cosas a veces bien y a veces mal aceptadas por el resto del mundo que me rodea.
La cuestión es que desde chica, por ejemplo, no puedo hablar de mí profundamente sin que se me caigan las lágrimas. Siempre, o casi siempre que tengo una charla intima con alguien y les hablo de lo que siento, de lo que soy, de lo que quiero, lloro. Pero, cuidado humanos lectores, no lloro de tristeza siempre, eso es lo raro. Lloro porque me emociono cuando me desnudo el alma. Supongo que será lo poco que me queda de aquella niña hiper tímida e introvertida que alguna vez supe ser.
Por otro lado, es llamativo que también lloro automáticamente cuando veo llorar a alguien que quiero. Sea la razón que sea, y me afecte o no me afecte directamente, no puedo contener las lágrimas cuando alguien de mi precioso entorno se emociona o se entristece.
Me emociono cada vez, en serio cada vez, que veo a una pareja mirarse a los ojos enamorados, o besándose apasionadamente. Voy en el colectivo, por ejemplo, y los veo ahí parados en una esquina, sin sentir el frío del invierno, mirándose y comiéndose con los ojos, sonrientes, con esa sonrisa hermosa y tonta que tienen los enamorados. Cuando esto sucede no puedo quitarle mis ojos de encima. Me emociona ver al amor andando por estas calles llenas muchas veces de sentimientos menos dignos.
Me derrito de sólo leer cartas de amor, de las contemporáneas y de las de antaño. Palabras de amor dedicadas a algún ser desconocido o conocido. Amor pasado a palabras escritas. Me emociono con las inscripciones de amor callejero.
También, lloro con todas y cada una de las películas de amor que existen. Lloro porque se que son mentira y lloro porque a pesar de eso siempre espero que me sucedan.
Supongo que toda esta sensibilidad son efecto de la sensibilidad extrema de mis padres. Supongo que además la forjé yo a lo largo de mis años. Supongo que siempre voy a ser así, porque me gusta, porque hago catarsis, porque no puedo ser otra más que quién soy: una cursi mujer que llora emocionada por la vida. Llora entristecida cuando la vida se vuelve roñosa y llora cuando siente que no se le va a pasar esta vida sin sentirla plenamente.

viernes, 14 de agosto de 2009

Cosmovisión

Ante la afirmación:"Este es mi nuevo numero de teléfono!!! ", que mandé a mis más cercanos contactos estas son las diversas contestaciones que recibí.

- P dixit "Sale y vale"
- A dixit "Te tengo mi amooooor"
- V dixit "Que rápido! Good! Viva la freedom mamma, love you"
- MP dixit "jaja! Una vez más las locas casulaidades, justo estaba escribiendo felicidades! Binvenida al solafuera de la caverna. beso"
- P dixit "Sos ex mandarina?"
- AP dixit "Eso explica tu indiferencia absoluta"
- J dixit "Bien rojo"
- E dixit "Juli F? Bien. Vos?"
- M dixit "Felicitaciones, te liberaste amiga"
- G dixit "Juliana is back"
- N dixit " Quien sos?"
- J dixit "Felicitaciones! siempre tratando de crecer y no de sentar cabeza"

Leyendo los mensajes me doy cuenta que cada persona es un mundo. Cada persona es su propio mundo.

domingo, 9 de agosto de 2009

Casa mía


Febrero de 1980. Mi familia, por aquel entonces compuesta por mi hermana mayor, mi papá y mi mamá embarazada de ocho meses, se mudan a una casa de la calle Pensamientos. Luego de una corta estadía en Capital Federal deciden mudarse a este hermoso barrio donde las calles llevan nombres de flores y de aviadores. Barrio donde todo el mundo se pierde y se encuentra. Barrio donde las calles no son rectas, barrio donde todo el mundo se conoce, más no sea de vista. Barrio en el que yo nací un mes más tarde que mi familia se mudara a esa casa de la calle Pensamientos.
Y ahí pasé toda mi infancia. Empecé a ir al colegio a los cuatro años, porque a los tres lloraba mucho y extrañaba a mi mamá. Supongo que eran celos porque mi hermanito había nacido y no quería perder mi lugar. Claro, de golpe de ser la hija más chica, me convertía en la conflictiva hija del medio. Y así fue. Aunque no creo haberle dado demasiado problemas a mis padres, creo haber sido la que más les di en aquellos años de adolescencia.
Y en esa casa vivi casi todo por primera vez. Aprendí a caminar, aprendí a sonreír, aprendí a comer. Aprendí a tomar vino patero, y fue en esa casa a donde me empezó a gustar el vino. Aprendí a relacionarme con mi amigos, aprendí a bajarme de la cama de arriba porque abajo dormía en un colchoncito (famoso en mi casa) mi novio. Aprendí a hablar con mi familia. Aprendí las cosas más importantes que se hoy en día, supongo.
Agosto de 2009. Hoy a mis 29 años esa casa se vende. Y va a pertenecer a otra familia. Quizás ellos aprendan cosas ahí, no lo se. Lo que se es que con esa casa se cierran algunas etapas de mi vida. Con esa venta se va mi infancia, o ella solo queda en mi memoria y en la de los que pasaron por allí. Allí quedaran nuestras historias, nuestras infinitas felicidades nuestras tristezas, nuestros días cotidianos en familia, nuestros comienzos. Afuera de esa casa queda todo lo demás, todo lo que vino y aun está por venir.

jueves, 6 de agosto de 2009

Regalo, vendo, permuto sonrisas...


Hoy tengo ganas de salir a la calle sonriente. Mirar a la gente que pasa por mi lado y sonreirle. Casi amenazante, diría yo. Casi obligándolos a sonreír. A que se den cuenta que hay miles de cosas por las que sonreír, señores. Solo que por momentos estamos llenos de "peros", de "si yo pudiera...", de "en otro momento haría...".
Hoy tengo ganas de salir a la calle y desnudar a la gente y decirles en la cara que hay que hacer lo que se quiere hacer. Nada tan malo puede pasar. Nada tan terrible puede ocurrir que nos deje sin vida. Tengo ganas de salir a la calle y vomitar mi energía envuelta de sonrisas. Ganas de irme a aquel lugar donde me quiero ir y sonreír. Y elegir y ser elegida, una vez más, pero esta vez en serio. Ganas de hacer la revolución de la risa, como dice un amigo. Si. si hoy quiero eso y aquí estoy de frente al mundo perenne, para hacerle frente y sonreír, pase lo que pase. Si la vida no está para eso, para que corno está adentro nuestro?

martes, 4 de agosto de 2009

Liberata


Tener todo por delante es lindo y a la vez da un miedo terrible. Me acuerdo hace ya muchos años un canoso profesor de teatro me dijo "la libertad está buena pero ante ella tenes muchas responsabilidades. Ante ella tenes que elegir vos, Nadie te va a imponer nada si sos libre". Puff, si entenderé esa frase en estos momentos de mi vida. Tengo toda la libertad, tengo tiempo, tengo energías, y sobre todo tengo preguntas. ¿Y ahora qué? Se que es una buena decisión, digo está de aferrarme a la libertad y volar solita como pueda. Pero los miedos andan por ahí, me observan desde lejos, me indagan. Miran hacia el sur, me guiñan el ojo, intentan acercarse pero los espanto con una sonrisa.

lunes, 3 de agosto de 2009

Sin duda


Me aguanto el llanto todo el día y justito ahora que abro está página y me concentro para escribir estas palabras que brotan de mis manos, mis lágrimas empiezan a caer. El nudo en el pecho se desata y mi cara se humedece por completo en unos segundos. Otra vez comienza la etapa de extrañar. Luego de un oasis de dos semanas de amor, amor y amor, nuevamente me toca dormir con mis fieles compañeras de goma espuma. Ahora es diferente pero es igual. El amor es más grande, los minutos más largos, los proyectos otros, las ideas nuevas. ¿Qué va a ser de mi? Me pregunto a cada rato. ¿Qué va a ser de este amor? Me pregunto al responderme. Preguntas, kilómetros, puertos, tengo en la cabeza por estas horas. Besos y palabras en la boca. Y nada de dudas en el cuore.

viernes, 17 de julio de 2009

Tantito de todo


Tanta limpieza. Tantos proyectos. Tantas nuevas decisiones. Tantos nuevos trabajos. Tantos viejos trabajos. Tanto de todo. Tanto querer que sea martes, finalmente martes 21. Tantos sueños. Tantos ideas rondando por mi cabeza. Tantos festejos. Tantas felicitaciones. Tanta vida por donde mire que me quedan pocos tiempos para escribir.

sábado, 11 de julio de 2009

Limpieza


Ayer a la noche tomé una de las decisiones más importantes en los últimos tiempos, años largos diría: Voy a saltar al vacío. 
Luego de varios días de dormir mal, de seguir pensando mientras intentaba dormir, de soñar con que el dia todavía no había terminado o de soñar con el próximo día, anoche dormí como un bebé. Hoy me desperté sonriente, parecía que me boca había a aprendido a sonreír de nuevo. Desarmé mi cama. Aquella vieja cama que me donaron al mudarme. Llegó el flete con mi nueva cama, grande, con enormes cajones para guardar cosas importantes que aun conservo. La cama y mi viejo colchón se los regalé al fletero. Me desperté, ademas de alegre, solidaria. Vi como mi viejo colchón se subía  a ese camioncito amarillo. Con el se iban mis viejas relaciones, mis dormidas con amores, con sobrinos, con amigos y amigas. Muchas cosas pasaron en aquella cama. Muchos amores, muchas pasiones, muchos enrosques, muchos llantos, y mucha soledad, también. 
Armé mi nueva cama, ordené toda mi casa y me desprendí de infinidad de cosas viejas e inusuales. ¿Porqué es tan difícil desprenderse de los objetos que quisimos antaño y que hoy están guardados inútiles en algún rincón llenos de polvo? ¿Porqué no tengo una casa enorme para poder conservar todo? 
Y así me pasé el día entre miedos y pensares sobre mi futuro cercano y mi aquí y ahora movilizado. Limpieza de pasado, limpieza de presente agobiador. 

jueves, 9 de julio de 2009

Un feriado más...


Feriado 23 horas. Otro feriado más trabajado. Me subo al remis que finalmente me iba a llevar hasta mi dulces aposentos. El remisero me mirá por el espejo retrovisor y me pregunta: "¿Cómo estas?". Lo miro y suspirando le contesto: "Cansada". Piensa unos minutos me vuelve a mirar por el espejo retrovisor que no hacía otra cosa que reflejar mi cara casi destrozada y me dice: "Me parece que más que cansada estas podrida". 
Y si, estoy un poco podrida de todo esto. Y sí, me quejo, ¿y qué?. Hago catarsis en este espacio que me queda permanece puro y llenos de mis aquies y ahoras.  Estoy podrida de todo un poco por estos días. Podrida de los amores a la distancia. Podrida de los problemas de los demás. Podrida de tener poca vida social por el mucho trabajo. Podrida de venir a mi casa solo a dormir. Podrida de levantarme temprano, de acostarme tarde y muerta. Podrida de reirme poco en el trabajo. Podrida de hacer malabares en el trabajo. podrida de ser la psicóloga de mis compañeros de trabajo. Estoy podrida de buscar mi plan B. Podrida de no saber bien cual es mi plan b. Podrida de querer trabajar de algo que me encante. Podrida de ser cobarde. Podrida de pelearme con todo el mundo. Estoy podrida un poco de mi por estos días. 

viernes, 3 de julio de 2009

¿Alguna vez...?


¿Alguna vez quisiste olvidarte de alguien? ¿Por miedo, por rencor, por dolor, por desesperanza, en fin por lo que sea? ¿Alguna vez tuviste la certeza de que ese ser que vos creías tuyo era de otra persona, o era de otro cosmos, o estaba en un momento diferente y que nunca iban a poder encontrarse? ¿Alguna vez diste un beso y pensaste que lastima que no sintamos lo mismo? ¿Aguna vez te despertaste con la sensación de que eso que vos estabas sintiendo era hermoso pero  debía terminar por tal o cual razón?

miércoles, 24 de junio de 2009


Son las doce de la noche y tengo inmensas ganas de soñar. Alguien me preguntó hace un rato, con qué quería soñar esta noche. Le dije que no sabía pero que sí sabía que hoy, especialmente hoy, tenía muchas ganas de soñar. 
Tengo ganas de soñar con un mundo, tengo ganas de soñar con una mirada, tengo ganas de soñar que me despierto finalmente, y luego de tanta espera al lado de "mi"  hombre. Tengo ganas de soñar que voy a andar en bici un día soleado, y sin tanto frío como en los días que me rodean. Tengo ganas de soñar que alguien me enseña a volar, y yo practico y practico hasta que en un santiamén me sale y vuelo. Tengo ganas de soñar con todo mirado desde lejos, tengo ganas de soñar con infinidad de olores. Sueño que sueño. Sueño que me duermo a soñar y me despierto soñando. 

martes, 23 de junio de 2009

Buscando lo mismo pero diferente


Olvidables

 

Besos

Abrazos

Palabras

Miradas

Discursos

Llamados

Siestas

Cenas

Despertares

 

 

Inolvidables

 

Besos

Abrazos

Palabras

Miradas

Discursos

Llamados

Siestas

Cenas

Despertares

lunes, 22 de junio de 2009

¿Dónde está la salida?


Imposibilidad de sentirme viva por un rato. Malestar estomacal. Sin sentires fuertes. Sueños profundos. Poca fuerza al despertar. Llanto al dormir. Esperanza ciega. Viajes que se caen. Destinos que cambian. Pocas ganas de todo. Ausencia a todos los lugares. Reencuentros difíciles. Encuentros fuera de lugar. Poca acción. Energías agotadas. Cambios que no se donde arrancan. Charlas que no llegan. Besos olvidados.  

miércoles, 17 de junio de 2009

Alguien que entiende lo que siento


Desatar las voces, desensoñar los sueños.
La revelación de la realidad,
la revelación de la identidad,
exige el coraje de la contradicción.
La cabeza del ego lleva la muerte
en la nuca y la vida en la cara.
De nuestros miedos nacen nuestros corajes
y en nuestras vidas están nuestras certezas.
Los sueños anuncian otra realidad posible
y los delirios, otra razón.
En los extravíos nos esperan los hallazgos,
porque es preciso perderse para poder encontrarse.
Y al fin de cuentas, somos lo que hacemos.
Decía José Artigas que en la contradicción
está la única prueba de la libertad,
y podríamos agregar que en la contradicción
está la única prueba de la vida, de la vida viva.
La identidad no es una pieza de museo
que se cita en la vitrina,
sino la siempre cambiante síntesis
de los conflictos y desafíos de cada día.
Y hoy no es nunca, es otro hombre de ayer.

Eduardo Galeano (Celebracion de las contradicciones 2)

Buscando un poco de coherencia


Perdidos en la estratosfera se encuentran. Intentan hablar, pero solo pueden mirarse. Intentan tomar decisiones racionales pero solo pueden hablar incoherencias. Se toman de la mano y vuelan de acá para allá, sin pensar. Por momentos se detienen y se miran nuevamente. De dicen y se desdicen. Hacen y no se arrepienten. Se escuchan y proyectan por un rato corto. Todo sale de la manera menos esperada, y sin embargo se aceptan. El mundo está patas para arriba, sus vidas también lo están, pero ellos sonríen. 

lunes, 15 de junio de 2009

La vida sin mi

Feriado sin feriado.

Amor sin besos.

Relajo con dolor.

Trabajo sin pasión.

Escribo sin ideas.

Duermo con los ojos abiertos.

Como desperdicios.

Frío sin abrazos.

Fin de Semana sin descansos.

Música sin oídos.

Película que no sorprende.

Todo lleno de nada.

 

martes, 9 de junio de 2009

Besos que no fueron


¿A dónde van a parar los besos que no se dieron? ¿Dónde quedan guardados esos impulsos de amor que tenemos y que por una u otra razón no podemos entregar a su destinatario? Uno intenta acumularlos para algún día poder entregarlos, pero es claro que esos besos que no nacieron en algún momento se salen de nosotros justo cuando ya no tenemos la necesidad de darlos. Pero nadie sabe donde van, donde se acumulan, y si es que existe un lugar que los reciba. 
Algunos de nosotros acumulamos besos que no podemos entregar por la distancia, otros por cobardía, miedo, y muchos otros porque esos besos no tienen destinatario o este no quiere recibirlos. Pero algún lado deben ir. No pueden desaparecer, no pueden quedar vagando por los aires. Por favor que alguien me diga adonde van. 
Quizás vaya un día de estos a aquel lugar. Quizás encuentre algún beso que alguna vez alguien quiso darme y no pudo, o no quiso. Quizás solo encuentre mis besos acumulados. Como si uno podría ir allí y ver cajitas de madera de distintos tamaños que tengan esta inscripción: "Estos besos son de una fulana que alguna vez quiso dárselos  a un fulano". 

jueves, 4 de junio de 2009

Sentidos


Llega el día. Hace años que lo ha planeado. Nuevamente toma un venda y se la pone en los ojos. Pone play en su equipo de música. Ya tiene el repertorio preparado para la ocasión. Se acuesta en el piso y empieza a sentir la música. El sentido de la vista será negado esta noche. Luego de un rato de respirar la música. Va hacia la mesa y empieza a tantear con las manos las cosas que hay allí. Primero agarra un copo de nieve, lo toca suavemente, para que no se rompa. Lo huele y muerde un poco. Inmediatamente su memoria toma las riendas y ella recuerda su infancia jugando en aquella plaza en una tarde soleada. Luego bebe el mate cocido y se acuerda de su abuela. Prueba un pedazo de carne con salsa picante que le hace recordar a aquel viaje. Sigue comiendo y sintiendo el gusto de cada cosa. Siente pasos a su alrededor. Siente un aroma. Es él. Él la acaricia. Ella está  a punto de sacarse las vendas pero él lo impide. El la abraza, ella tiene los ojos cerrados y vendados, pero sin embargo los cierra aun más. El la besa apasionadamente y le susurra algo al oído. Ella lo toma de la mano y sonríe. Cierran la puerta, bajan por el ascensor. Ella confía plenamente en él. La sube al auto, delicadamente. Ella abre la ventanilla para sentir el viento. Andan en silencio durante unas horas por alguna ruta. De repente el auto se detiene. Él, sin decir nada baja del auto, y la va a buscar. Cuidadosamente la lleva caminando unos metros. Le saca los zapatos y las medias. Siguen caminando. Ella empieza a sentir como la arena se va metiendo entre sus dedos. Siente la brisa, siente el aroma al mar. Caminan hasta la orilla y la sienta. Ella está aun con los ojos vendados. Él se aleja y la deja a ella disfrutando de ese momento. 

viernes, 29 de mayo de 2009

¿Y si un día sucede?


Uno siempre tiene sueños, proyectos, deseos. "Sueño con poner un parador en la playa". "Sueño con vivir en medio de la montaña cosechando lo que yo mismo siembro". "Sueño con viajar por el mundo durante un año". "Sueño con tomarme un año sabático". "Sueño con renunciar y montar mi propia empresa". "Sueño con dejar todo y empezar de cero". Esos son algunos de los ejemplos que he escuchado entre mis pares e impares infinidad de veces. "El sueño del pibe", le llaman. Pero ¿qué pasa si ese día cada vez está más cerca? ¿Qué sucede si un día uno toma las riendas de su vida, se arriesga y prueba? ¿Qué pasa si uno se enfrenta con los miedos, con las incertidumbres, con lo socialmente aceptado y deja todo por un sueño? Siento por estos días que cada vez estoy más cerca de hacerlo. ¿Miedos? Miles tengo, pero hace tiempo que necesito cambiar algunas cosas, crecer en otras, moverme, soñar, y hacer que ese sueño viva y deje ser sólo parte de mi imaginación y se convierta en una realidad a la cual puedo tocar, ver y sentir. Así como el año pasado tenía muy clara mi meta y lo pude llevar a cabo, este año (desde marzo) tengo otra meta y pienso intentar cumplirla. Miles de incertidumbres, de preguntas me rodean cada vez que pienso en esto y lo siento, pero las ganas siguen siendo mucho más fuertes. Uno de estos días cercanos me darán de elegir nuevamente entre la pastilla roja y la azul,  y yo casi sin dudar, pensaré en mis deseos, y elegiré una vez más la maldita (pero sobre todo bendita) pastilla roja. 

lunes, 25 de mayo de 2009

Verdad velada


Él se le escapa de sus manos. Ella no puede hacer nada, o lo mucho que puede (y tiene) que hacer no logra traducirse en palabras y mucho menos en acciones. Ella llora y llora. Hace días que llora sin poder salir de sus lágrimas. Ahí está encerrada con su teléfono en la mano y aquella agua salada saliendo por sus ojos a borbotones. Hace cuatro años que esa mujer quiere a ese hombre. Hace cuatro años que esa mujer guarda ese secreto con él. La única persona en este inmenso mundo que debería saber de aquel amor es él. Sin embargo, el permanece ignorante de semejante información. Ella no puede decirselo. ¿La distancia es un impedimento? No lo creo. 
Él está inmerso en el frío de la nieve casi siempre. Ella se siente cálida y calurosa cada vez que él la llama. Sin embargo, no dice más que palabras que se le dirían a un amigo. Ella está enamorada. Él, no sabemos. Ella calla. Él está lejos. Hace años que está verdad inmensa debería haber visto la luz. 
Él tiempo vuela y más cuando se está lejos. La vida es una sóla y los amores cada vez menos. Así que le recomiendo a ella, desde mi brutal experiencia, que hable, que escupa, que vomite su verdad. Que no deje que eso tan grande se le escurra entre las manos y el olvido. 

viernes, 22 de mayo de 2009

Sangre, sudor y lagrimas



Me despierto temprano. Más temprano que lo habitual. Eso me duele, me cuesta mucho. Pero es una buena causa. Me pasan a buscar y me voy a un hospital. Subo al ascensor. En el hay un médico muy buen mozo y una camilla con una mujer dormida, desmayada, dopada, no se. Intento no mirarla demasiado. Hay olor a enfermedad en todos lados. Me dispongo a donar sangre, por primera vez en la vida. Una vez había querido hacerlo pero por presión baja me lo habían negado. Me hacen una entrevista. La enfermera se ríe de algunas de mis respuestas. Estoy hablando de cosas muy privadas con alguien que conozco hace 30 segundos. Pero respondo obedientemente. Me hacen una prueba de sangre en mi brazo derecho. Miro mi tatuaje mientras me clavan una aguja pequeña que casi ni percibo más que con la vista. Esta primer prueba es para saber si mi sangre esta buenita. El test me sale positivo, soy sana una vez más. Me llevan a un sillón demasiado cómodo para la hora de la mañana. Me recuesto y las enfermeras no dejan de agradecerme que haya venido a donar mi sangre. Ahora me pinchan con una aguja bastante más gruesa que la anterior. Siento el dolor y mi cara lo refleja. Me empiezan a sacar mi liquido rojo, espeso, pesado. Exodo de sangre. Así estoy unos cuantos minutos mientras me sacan lo necesario. Medio litro de sangre regalo al padre de mi mejor amigo. Me siento bien por poder hacerlo, por poder ayudarlo, por que alguien más tenga mi sangre. La enfermera me agradece una vez más y me quita la aguja. Me felicita por mi sangre, como si yo tuviese algún mérito de tener esa sangre tan buena que ella logra notar en mí. También habla de mis venas, pero no entiendo bien, estoy un poco mareada, débil. Me regalan un desayuno. Lo tomo y como y me voy. Nuevamente me encuentro con camillas, y enfermos y sobre todo ese olor a que algo no anda bien. Me voy a trabajar, cansada y todavía queda mucho. Llego empiezo a las corridas como siempre. Al mediodía salgo a almorzar con mi padre. Tengo una fea pelea con el. Y por la debilidad, por tener menos sangre en mi cuerpo parece que tengo más lagrimas. Llego al trabajo hecha una piltrafa. El día sigue. Me llama un ex novio para que le recomiende un lugar para ir con otra. Se lo recomiendo al instante. Pienso. De golpe un sismo invade el DF. Me preocupo, No contestan. Al rato llega la respuesta que esperaba, todo está bien por allá. No tanto como acá. Me canso, trabajo, me ofrecen, ofrezco, proyecto, me reuno, me debilito. Estoy cansada. Solo quiero dormir. Pero todavía me queda bastante. Tengo que escribir mi flamante obra de teatro, tengo que estudiar, tengo que viajar. Solo quiero acostarme en la cama y pasar a otro día. No soporto más este día de locos en que dono mi sangre a un padre ajeno y el mío propio me extrae lagrimas.  

lunes, 18 de mayo de 2009

Homenaje


No te salves 

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti
14/9/1920 - 17/5/2009

miércoles, 13 de mayo de 2009

Rubro lluvia y frio


Tac, tac tac. Ese es el ruido que escucho desde mi monoambiente el día de hoy. Adivino que es porque hace un rato el mismo ruido salía de mi departamento. Es el ruido que hacen las estufas (sanas) una vez por año.  El frío otoño llegó a Buenos Aires por estos días. La gente llega a su casa y esta está fría y comienza a prender las estufas. Creo que aún más que en el verano o en las primaveras del amor,  la gente  sale  a buscar abrazos, besos cálidos, o enroscadas a la hora de dormir. Este tipo de acciones son las que calman el padecer de estos fríos que nos rodean en este hemisferio en esta época del año. Debería existir un rubro en los clasificados de los periodicos que digan algo así como: "Busco miradas, busco un beso y un abrazo que me calme este frío que tengo estos días al llegar a mi casa. Busco, compro, permuto, trueco amor al ver este cielo gris y lluvioso por la ventana que está justo al lado de mi lecho". 

Principio de incertidumbre


Las sociedades nos imponen a tomar posturas. Blanco o negro. Amor u odio frente a algo. Malo o bueno. Estas en contra o a favor. Si o no. Infinitas preguntas que uno debe responder en su cabeza o en una reunión de seres que exigen respuestas cerradas, casi sin tener en cuenta la infinidad de grises en cada una de las respuestas. ¿Porqué la incertidumbre es tan bastardeada? ¿Porqué uno no puede dudar, opinar, pensar o sentir y luego cambiar de opinión? ¿Porqué no somos conscientes de que nada es para siempre y que cada una de las respuestas tiene que ver con el como, donde, cuando? ¿Porqué creer que somos eternos y tomar decisiones para toda la vida y luego cuando nos damos cuenta que nos equivocamos no parar la pelota y cambiar? Será como dijo aquel ser hermoso: "cuando uno duerme con certezas a pesar de que estas sean tristes, duerme más tranquilo que durmiendo con incertidumbres". Yo soy de las que brindan por las incertidumbres. Soy de las que creen en el "para toda la vida" sólo mientras ese sentimiento dure. Soy la que recibe a las dudas y las guarda adentro hasta que son cambiadas por nuevas dudas. Soy de las que duerme profundamente con incertidumbres siempre y cuando sea coherente con lo que pienso, creo, siento y veo. 

lunes, 11 de mayo de 2009

Como quien oye llover


Era domingo. Día gris si los hay. Eran las 19 horas cuando G me pasó a buscar. No tenía ganas de ponerme linda asique salí asi como el domingo me había dejado. Bajé y ahí estaba él con su auto gris esperándome para irnos juntos al teatro. Hacía bastante que no hablábamos. Nos habíamos visto la noche anterior, pero no habíamos sido nosotros (ni nuestras charlas) el centro de atencion. Hablamos un poco antes de entrar al teatro, y recuerdo con especial impetu que le dije que yo creía que nunca iba a querer traer hijos a este mundo. Recuerdo que dije que mi vida estaba bastante perfilada a otras cuestiones que poco tenian que ver con pañales, con llantos, con partos y demas. Recogimos nuestras entradas y esperamos unos minutos a que abriera la sala. Era la segunda vez que tenía entradas para esta obra. Pero la vez anterior no había podido ir y había regalado las localidades. Había recibido buenas críticas, pero realmente en mi interior, dudaba de que me vaya a gustar la obra, aunque si lo deseaba mucho aquel domingo. Entramos y apareció en escena un Juan Pablo Geretto vestido de mujer. Impecable, triste y sonriente. Me reía con sus ocurrencias, y me entristecía con sus soledades. De golpe un hombre semidesnudo, el mismo Juan Pablo, maquillado de muñeca, hablando con su voz grave y afeminada me envolvió por completo. Su arte me envolvía, me conmovía, me hacía llorar a montones, me hacía pensar en cosas que habitualmente no pienso. Su historia de vida ahí desnuda en el escenario, ese ser humano que noche a noche cuenta su infancia sin más palabras que las de un niño que aprendió a dormir con incertidumbres. Ese hombre que le hace un homenaje a sus mujeres de la infancia, aquellas que quizás y solo quizás lo llevaron a ser quien es el hoy. Y tan hermosa persona es hoy que puede trasmitirlo arriba de un escenario y regalarle al publico sus experiencias, sus amores, y sobre todo sus soledades. Lloré, lloré y lloré, pero no de tristeza, sino que de emoción por el arte, por el amor que eso genera, porque no quiero que mi vida pase como quien oye llover. 
Terminó la obra a las 22:20. Nos fuimos a comer algo con G. Comimos pasta, y algunas charlas sobre nuestros amores y desamores. Tomamos vino y recuerdo que en el momento del postre le dije que no estaba tan segura de no querer ser madre algún día. Y así terminó mi domingo con mas incertidumbres que certezas pero habiéndole cambiado el color al día. 


COMO QUIEN OYE LLOVER
Viernes y Sábados 21:30 hs. - Domingos 20hs.
Teatro el Cubo | Zelaya 3053
tel. 4963-2568 / 4962-5402
TuEntrada.com | 5533-5533

sábado, 9 de mayo de 2009

No siento los besos


En la era de la virtualidad uno está más comunicado con todo el mundo o eso es simplemente lo que parece. Uno se reencuentra con viejos amigos, viejos conocidos, y hasta viejos desamores. La cuestión es que si uno dejó de hablar con esa persona alguna vez, por algo será y no deberíamos volver a unirnos virtualmente. Por otro lado, uno llama menos por teléfono y chatea más con sus amigos, familiares y amores. Se pierden en este proceso miles de expresiones y muchas veces se generan mal entendidos que la lengua escrita no deja claros como una voz, como un gesto, como un tono, como una mirada. También, la virtualidad acorta las distancias, claro. Uno puede mantener una relación a la distancia mucho más fácilmente (?) que años atrás. Uno puede escuchar y ver al otro todo el tiempo a pensar de los kilómetros entre ese otro y nosotros. Pero la virtualidad destruye muchas cosas. La virtualidad enfría aquello que debería arder. La virtualidad nos hace creer en algo que no es más que imagen y sonido como si eso fuese un encuentro real entre dos seres humanos. En la virtualidad los "jajaja" no son risas ni carcajadas alegres, los perfumes corporales no existen, los abrazos no aprietan, los amores no se tocan, los emoticones no emocionan,  las miradas son frías, y los besos no se sienten. 

martes, 5 de mayo de 2009

Bendito martes


Siempre hay un roto para un descosido. Siempre hay un botón para un ojal. Siempre hay un beso para esos labios. Siempre hay un querido para un queriente. Siempre hay una victimario para una víctima. Siempre hay un remedio para esa enfermedad. Siempre hay una puerta para el que busca. Siempre hay un  martes luego de un maldito lunes.