sábado, 29 de septiembre de 2012
La cosa tensa
martes, 18 de septiembre de 2012
¿Porqué vivimos?
Acabo de comprarme un libro. Se llama “¿Porqué vivimos?”. Un amigo me recomendó al autor y hurgando en su bibliografía encontré este título tentador. “¿Porqué vivimos?”. Quizás este antropólogo francés tenga una respuesta a semejante pregunta. Quizás alguno de los que lea esto tenga alguna otra. Yo, por mi parte, no lo tengo muy claro. Vivimos porque no nos quedan muchas opciones más que hacerlo. Nadie nos preguntó si queríamos o no queríamos venir a vivir a este mundo. Simplemente aquí aparecimos, por gracia de la naturaleza, y por gracia del vinculo amoroso o no que unió a nuestros padres algún día. Entonces, nunca nadie me preguntó si quería vivir, y ahora me pregunto porque vivo. ¿es simplemente porque estoy viva que vivo? ¿o vivo por alguna razón en especial?, ¿cuál es el cometido de levantarme todas las mañanas, de respirar a cada segundo, de comer, dormir, y hacer demás necesidades básicas para subsistir?
Me acuerdo que varias veces dije, cuando era más chica, más inocente y sin duda más feliz, que si tenia la posibilidad de encontrar un libro que tuviera las respuestas de la vida, tales como: ¿Cómo ser feliz?, ¿Cómo amar?, etc., no lo leería nunca. Por aquel entonces, prefería vivir mi propia experiencia, confundirme, volver a intentar, pero no quería vivir mi vida basada en una respuesta masticada por otro.
Claro que en esa época no habían explotado los libros de auto-ayuda que hoy son más populares que la ayuda al prójimo. Sin embargo, yo estaba convencida que no quería leer esas respuestas. Hoy, muchos años mas vieja, más realista, y más cansada, quizás, me compro este libro “¿Porqué vivimos?”. Necesitaré la respuesta masticada por otro para seguir, porque yo no encuentro la mía. Necesitaré hoy alguna certeza estudiada durante años por un antropólogo para que me sea mas fácil entender algo de todo esto.
En fin… Hay días como hoy. Hay semanas como estas. Hay años como el 2012 en que las respuestas no llegan. Las preguntas son miles. Las incertidumbres se acrecientan. Las verdades no llegan. Las realidades cambian. Y los amores se mueren. Y es en estos días, en estas semanas, en estos años en donde yo me pregunto “¿Porqué vivimos?”
domingo, 16 de septiembre de 2012
Moda 2012
jueves, 6 de septiembre de 2012
Examen sorpresa
Imaginemos por unos minutos que volvemos al colegio. Imaginemos que volvemos, pero siendo adultos. Como si hoy por la mañana debiéramos despertarnos con el despertador, vestirnos con la cara hinchada, sin muchas ganas, como lo hacemos siempre quizás, pero esta vez sabiendo que volvemos al colegio. Igual que solíamos hacerlo hace ya muchos años, pero esta vez es distinta. Somos o pretendemos ser adultos.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Gallito sordo
Los gallos siguen cantando. Intentan despertarme de este sueño en el que estoy atrapada hace algunos días. Cantan, gritan, me gritan. Hago que no los escucho. Sigo acá metida en mi sueño dormido. Todos me dicen: “¿Los escuchas?”. “¿A quién?, pregunto yo, sabiendo a que se refieren pero haciendo que está conversación pase a otra instancia. “No paran de cantar. Parece que están desorientados.”, dicen todos. Y yo se que no están desorientados. Están intentando que me despierte de una vez. Pero mis oídos están sordos hoy. No los escucho y sigo durmiendo inmersa en este sueño mentiroso y rabioso que no me deja abrir los ojos.
domingo, 2 de septiembre de 2012
Quiero (des) creer
No creo en lo fácil. No creo en lo superficial. No creo en los encuentros mágicos. No creo en él. No creo en vos. No creo en mi. No creo el arte de vivir. No creo en las pasiones enfermas. No creo en completarse con un otro. No creo en la sonrisa a consta de todo y de todos. No creo en la noche. No creo en los creídos. No creo en la paz comprada. No creo en lo rápido. No creo en las ficciones. No creo en la iglesia. No creo en los excesos. No creo en las películas. No creo en los ideales. No creo en la mayoría de los amores. No creo en las enfermedades. No creo en los médicos. No creo en los brujos. No creo en la confianza ciega. No creo en la ceguera. No creo en la ansiedad. No creo en lo rebuscado. No creo en repetirse.
Creo en mis amigos. Creo en mi familia. Creo en él. Creo en vos. Creo en mi. Creo en mi aquí y ahora. Creo en el esfuerzo. Creo en la búsqueda. Creo en lo fácil. Creo en lo lineal. Creo en la transparencia. Creo en algunas verdades pasajeras. Creo en el cambio. Creo en la evolución. Creo en los viajes. Creo en la inteligencia sana. Creo en estar despierto. Creo en algunos pocos amores. Creo en la carne. Creo en escribir. Creo en el cine. Creo en los sentidos. Creo en el fuego. Creo en la pausa. Creo en volver a empezar. Creo en lo concreto. Creo en estar solo. Creo en la tranquilidad. Creo en el dolor. Creo en hacerse cargo. Creo en el cuidado. Creo en creer en algo.