viernes, 30 de enero de 2009
Todos flotan
¿Quién carajo se atreve a vivir en serio? ¿Dónde están? Pareciera que están todos escondidos en algún lugar donde no puedo verlos. Sólo me encuentro con gente que flota, que toma decisiones idiotas, que va de su casa al trabajo y del trabajo a su casa. Gente que cree que esa es la vida, que no se quiere cuestionarse nada y maldicen a los que lo hacen. Tienen amantes, mienten, se mienten, se enferman y toman pastillas. Escuchan música porque se lo dicen y cuando se lo dicen. Hacen todo lo que está permitido y lo que es debido. Quieren tener una vida de revista y se matan y se comen entre ellos para lograrlo. ¿Dónde está esa gente que se arriesga con sus decisiones? ¿Dónde están los que se enamoran en un colectivo y confiesan su amor? ¿Dónde están los que dicen "Sí, quiero" y se desgarran adentro por la felicidad? ¿Dónde están los que te miran a los ojos y te encuentran? ¿Dónde andan los que sufren y se hacen cargo? ¿Dónde están los que luchan por lo que quieren? ¿Dónde están los que no se conforman? ¿Dónde están los despiertos? No los encuentro. Los percibo, se que deben estar por ahí dando vueltas, pero últimamente me encuentro con gente dormida que camina y simula vivir.
jueves, 29 de enero de 2009
Si los edificios hablaran...
Dicen que si los edificios hablaran tendrían muchas historias que contar de sus habitantes. El del 5to B es el primero que se despierta. Hace tanto ruido que el del 4to B, que está "desempleado" hace años, se queja por las mañanas. La del 3ro A vive con su novio, y de vez en cuando se encuentran en el ascensor a acrecentar su amor. El del 3ro C está enamorado de una del primero, e inventa excusas y pedidos extraños para tocarle la puerta, pero nunca le declarará su amor. A su vez la del 2do B, le gusta el chico raro del 1ero A, pero él ni repara en ella, quizás sea gay. El del 4to A, es el que se la pasa mejor. Hace fiestas interrumpiendo los sueños de todos los habitantes del edificio. Todos los fines de semana le presenta una novia nueva a Pedro, el portero. Pedro, ve todo pero no dice nada. Sabe mucho de cada uno de ellos, pero cada vez que le cuentan un chusmerío se hace el sorprendido como quien se entera de algo por primera vez. Si los edificios hablaran... a veces estaríamos en problemas.
miércoles, 28 de enero de 2009
Hic et nunc
Películas. Comida. Calor. Bicicleta. Caminatas. Red. Radio. Aburrimiento. Siesta. Amigas. Teatro. Proyectos. Pagos. Orden. Back up. Fotos. Jaula. Vecino. Amores. Sueños. Duermo. Encierro. Vagancia. Vacaciones. Ganas. Locuras. Resolana. Cortinas. Correos. Pensamientos. Juzgo. Vivo lento.
domingo, 25 de enero de 2009
Nocturna bicicleta
Noche calurosa, luego de un largo día de letargo y recuperación. Tengo ganas de aire. Agarro mi bicicleta negra como la noche de hoy y salgo. La ciudad esta vacía, o eso parece ahora. El viento empieza a soplar cada vez más fuerte. Cambia la temperatura. Bajan los grados, la humedad y el letargo que me envolvía hasta hace un rato. Vuelan las hojas por doquier. Sonriente y con los ojos fruncidos evitando que algo extraño se me meta en los ojos, pedaleo y pedaleo el barrio. No se ven las estrellas pero las imagino. La luna estás escondida pero la siento.
sábado, 24 de enero de 2009
Fulana que busca magia
Se te nota la tristeza en los ojos. Por más de que trates de ocultarla con sonrisas ella está ahí, para que todo el mundo la observe. Intentás olvidarte de a ratos de ella, y está bien que así sea. Salís a pasear buscando felicidades ajenas, pero siempre volves y te miras al espejo antes de acostarte y ella está ahí. Se hace amiga de tu cara y hasta te hace ver más hermosa. Se que mirás películas que te hacen descargarte, como si llorases por las historias contadas y no por tu interior que te pide a gritos un abrazo, un beso y un amor. Sin embargo mirás una a tras de otra, casi sin pausa, intentando descargar todo el pesar sobre la almohada. Y esperás sentada mirando por la ventana, como quien espera la magia. También salís a buscar momentos vividos en otras épocas, que están muertos pero sin embargo duelen y se sienten. Pero también un día como cualquier otro, salis a vivir, a buscar nuevos momentos pero sobre todo a buscar ser encontrada.
viernes, 23 de enero de 2009
No ensordezcas
No dejes de escuchar el sonido de tu vida
No te pierdas los ruidos que hacen tus pies descalzos
No dejes de escuchar las voces que te rodean
No te pierdas las melodías que tanto te gusta escuchar
No ensordezcas, por favor
No te pierdas el sonido que hace una mujer con tacos caminando por una calle vacía
No dejes de escuchar el sonido del agua cuando corre
No dejes de escuchar las miles de verdades que dicen los más chicos
No te pierdas el sonido de la noche
No ensordezcas
No te pierdas las palabras de amor que alguien te quiere decir al oído
No dejes de escuchar (y sentir) el ruido del viento moviendo las hojas
No ensordezcas, por favor
miércoles, 21 de enero de 2009
El beneficio de vivir sin culpas
Me despierto temprano y te pienso. No quiero hacerlo pero supongo que no puedo hacer lo contrario. Me quedo un rato remoloneando en la cama, buscandote en ella, y no encuentro más que a mis cinco almohadas (cada vez tengo más). Sonrío sin embargo, al no encontrarte cerca y me despierto a desayunar algo rápido.
Hoy no trabajo, lo recuerdo, y eso me pone feliz y me da al mismo tiempo infinitas posibilidades. Puedo hacer lo que se me cante hoy. Y espero que el cantar me lleve por buenos lugares. Y así es como comienzo a hacer las cosas con la libertad que permiten las vacaciones, sin reloj, sin celular, sin tiempo más que el biológico. Tengo hambre y son las doce del mediodía, no me importa, almuerzo. Son las tres de la tarde y tengo sueño, no me importa duermo una siesta. Son las cinco y tengo ganas de ver una película de tres horas de mi director favorito, no me importa, voy al cine más lejos de mi casa. Tengo ganas de jugar con mis sobrinos, no me importa, voy a por ellos. Así son mis días últimamente, libres de pensamiento y de acción. No tengo culpas por pensarte y no tengo culpas de hacer lo que quiero. Todo esta maravillosamente bien. Respiro y siento cada instante.
martes, 20 de enero de 2009
¿Estas ahí?
El: Mi amor ¿estas?
El: Holaaaaaaa???? Hace día que no se nada de vos...
Ella: Hola, Eric. ¿Qué haces?
El: ¿Eric? Hace miles de años que no me decís así. ¿Qué pasa cosita? ¿Te pasó algo allá? ¿Va bien tu viaje?
Ella: Preguntame de una por vez. Acá todo bien, este lugar es increíble. Tendrías que haber venido, te lo dije.
El: Si sabes que no podía.
El: Te extraño
Ella: Podrías haber venido igual. Alguna vez podría haber sido yo tu prioridad
El: ¿Qué te pasa? ¿Mi amor? Te amo
El: ¿Estas?
Ella: Acá estoy
El: ¿Queres que vaya?
Ella: ¿Ahora?
El: Si, ahora. Dejo todo y voy para allá
Ella: ¿Y tu trabajo?
El: Me importa un carajo mi trabajo, algo te pasa y quiero saber que es
Ella: No, Eric, no quiero que vengas.
El: Carla...
Ella: Yo tampoco voy a volver. Me quedo acá.
El: ¿QUÉEEEEEEEEEE? ESTAS LOCA. DAME UN TELEFONO A DONDE TE PUEDA LLAMAR
Ella: Me tengo que ir, Eric. Te adoro, pero encontré mi vida acá y no quiero que vengas. Lo hubiese querido antes de venir pero las cosas cambiaron
El: ¿Estas con otro tipo?
Ella: Sos un nabo. Chau.
El: Carla!!!!!!
El: Carlaaaaaaaaaaaaaaa
El: ¿¿¿Estas ahí??? Hablameeeee
A ella se le caen un par de lagrimas, cierra la computadora, se limpia la cara y sale a caminar por las calles de Barcelona.
El le pega a la computadora cuando no encuentra respuesta. La rompe. Putea en voz alta y se acuesta en la cama a pensar.
Nunca más se miraran a los ojos.
lunes, 19 de enero de 2009
Eso que tienen las nubes
Es lunes, primer día de la semana, día de comienzos. Ella duerme hasta tarde sin culpa. El cielo baila con las nubes de un lado al otro. Parece como si el viento no estuviese decidido a donde ir. Ella mira por la ventana, como siempre, intentando descifrar a través de su mirada del cielo la temperatura del día. Se levanta de la cama y camina somnolienta por su casa sin saber bien que hacer. Sus pies chocan con montañitas de ropa que hay esparcidas por toda la casa. "Necesito ordenar", piensa y lo olvida al segundo siguiente. Se lava los dientes y se mira al espejo por primera vez en ese día lunes. Siempre se ve fea esos días, es como si sus gestos quedaran paralizados los lunes. Se viste y arma un pequeño bolso. Agarra algo de plata y sale a la calle. Hace más fío de lo que su mirada le había advertido al mirar por la ventana. Se toma un taxi hasta la terminal de ómnibus. Llega ansiosa y mira por las ventanillas de la terminal. Lee todos los destinos posibles. Casi al azar elige uno de ellos. Compra el pasaje, sin saber muy bien a donde va, tampoco le importa. Se compra un agua porque tiene la boca seca por la incertidumbre. Se sube al micro, mira a la gente que va a compartir el viaje. Muchas veces mirar a los pasajeros le habla de como será el lugar hacia donde se dirige. Se sienta en su butaca numero 8J y emprende su viaje.
sábado, 17 de enero de 2009
Allá lejos
Se ven muchas estrellas desde la lejanía. Allá donde la luz no llega y el agua es pura. Los pájaros vuelan libres por el cielo. Su mayor problema no son las jaulas, sino volar en contra del fuerte viento. Las noches allá en la lejanía son silenciosas sólo se escuchan voces y musicas sin cables. Los amores son más simples y duraderos. Los desamores más dolorosos porque se los sufre y no se los distrae con tecnologías. Allá en la lejanía el clima es benévolo. Uno no sufre del calor, y por las noches se abriga uno un poco y ya es feliz. Los edificios son algo desconocido y no estorban entre nuestra mirada y el paisaje. Casi no hay autos, no hay bocinas y eso nos permite escuchar los sonidos olvidados. En la lejanía la gente no se si es más feliz que acá, pero si se preocupa menos por tonteras. El ritmo de vida lo marca uno y no los relojes. En la lejanía uno piensa más y se conecta más con los otros. Los abrazos y las miradas son más sinceras y tienen menos ornamentos. La luna es tan hermosa como siempre pero allá en la lejanía uno tiene más y mejor tiempo para compartir con ella.
jueves, 1 de enero de 2009
Mantua
Cometí algunos pecados este fin de año, es por eso que antes que me condenen, me destierro sola por algunos días. Agarró mi roja mochila y parto. Estaré cerca, pero no tanto. Escribiré mucho pero no se leerán mis palabras seguido. Estaré concentrada en mi hic et nunc. Sueños, deseos y algunas lágrimas me llevo conmigo envueltos entre la ropa acurrucada. Espero traer algunas otras cosas nuevas a mi regreso de Mantua.
Lloro mientras escribo estas palabras. Siempre los viajes me ponen extremadamente melancólica y más cuando estoy tan revolucionada como en este instante. Lloro y prenso mis elementos dentro de mi cabeza y de mi mochila. Allá voy, aventura. Esperame, estoy necesitándote y buscándote hace algún tiempo.
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