No te salves
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti
14/9/1920 - 17/5/2009
3 comentarios:
Uf. No te das una idea lo que implican estas palabras para mí, ahora. Buena semana.
Mario,se fue por Montevideo...
Una vez dejé un comentario haciendo alusión a 'Táctica y Estrategia', y el autor del blog interpretó que yo conocía bien la obra del poeta.
Desgraciadamente para mí, no es así. Sin embargo, este lo conozco. De hecho, me ha dado muchos dolores de cabeza, porqué todavía no he descubierto cual ese lugar tránquilo, esa salvación que debo auyentar...
Quizás sea la pastilla azul. [siempre la pastilla roja], pero es que, pero es que, no se cual de las opciones que se me presentan se corresponde con cada pastillita...
tendré que esperar y tener paciencia...
la visita fue un placer. Me dejaré caer más...
un saludo
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