sábado, 7 de marzo de 2009

Mexicanenado mientras pienso


No se si empezar por lo bueno o lo malo de todo esto. Supongo que por lo malo, como siempre. Siempre que alguien me dice "tengo algo bueno y algo malo para decirte. ¿Cual queres primero?" Siempre elijo que me diga primero lo malo para finalizar la charla con algo positivo. Asique aquí estoy arrancando por lo malo de estos primeros días de viaje. Todo es muy difuso aquí en el DF. El smog está por todos lados, los autos te apretan, te gritan con sus bocinas, te invaden. Tardas una hora en un viaje que a la noche lo haces en diez minutos. Se te secan los labios constantemente, los ojos rojos perennes por el aire viciado y enfermo. Laboralmente no tengo mucho que decir, porque todo está saliendo bien. Solo que no me acostumbro a tener cenas de trabajo, a tomar alcohol y comer delicias con gente de trabajo, hablando de trabajo, o de cosas que no me interesan hablar en mis ratos de ocio. Estoy mas callada que nunca. Como quien escucha sin parar, como quien no tiene nada que decir, como quien está pensando algo mucho mucho. 
Lo bueno de todo esto. Es estar contacto con gente de otro lugar. Ver como trabajan, como miran, como piensan, que les gusta, como hablan. Aunque estamos en contacto en general con la alta clase de este pis, y me gustaría encontrarme con los otros, como yo. He comido en estos días cosas impensadas y que jamás me hubiese imaginado sentir en mi boca todas mezcladas. Al trabajar en un canal gastronómico acá somos como dioses y todos nos quieren agasajar con sus delicias. La contrapartida de todo esto es que estoy engordando a más no poder y que mi cara se llena de granos raros con el correr de los días. Sigo hablando de cosas malas, cuando dije que iba a terminar con las buenas, pero así soy. Otra vez, como me pasa en cada viaje que hago me busco e intento reencontrarme nuevamente. Escucho mis silencios más que otras veces. Busco cambios mucho más que cuando estoy sumergida en la monotonía de la cotidianidad. Y así estoy aquí y ahora en México DF, buscando nuevas cosas que mirar y que vivir. 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

NS

Juliana Fortini dijo...

Ns?

Juan Pablo dijo...

¿Donde fue antes?

Comprendo cómo es pasear por esta ciudad. Cómo es tener que idiar con un montón de cosas y personas molestas. Cómo es tan fácil caer en esa monotonía que te hace sentir fantasma en medio de un montón de vida. Porque si algo tiene México, es vida. Aunque gente como tú y otros tantos, la adornan de vida fantasmal. Así supongo que yo le llamaría. ¿Tú?

Hay algo qué disfrutar. Encuéntralo. Yo vivio aquí, soy ligeramente negativo, y aún así lo encuntro. Autodestructivo, pero ahí está.

Librepensador dijo...

Mexico me gusta, conocí Cancún en los 90´s una época descontrolada de mi juventud, 5 años despues estuve en DF visitando unos amigos que se instalaron allá, en el 98 fui a grabar los exteriores de una tira Argentina en Cancún, en el 2003 estuve para un evento tambien en Cancún y en diciembre del 08 fui a grabar un institucional a la ciudad de Huatulco.
A pesar de haber estado en varias ocaciones, no creo conocerla lo suficiente, aunque la mayoría de las veces fuí por trabajo siempre me sentí turista. Yo tampoco me pude encontrar.

Armando Mixcoac dijo...

D.F.cación
Tú, que sabes cómo lloran los niños extraviados,
las mujeres violadas, huérfanas.
Tú, que sabes cómo sufren los mendigos,
cómo se desgarran los fetos abortados.
Tú, que eres la principal testigo-espía,
a ti te entrego mi escritura,
mi sangre vomitada;
mi lívido nocturno, mi febril sexo.
A ti ciudad de tinieblas,
de espasmos y de torturas...
a ti, maldita, réproba Ciudad de México.

http://luischorawsky.blogspot.com