domingo, 1 de marzo de 2009

Secuestro express


Me despierto cansada luego de un casamiento que no me dejó ningún recuerdo nuevo, más que el haber elegido por primera vez en mi vida la cinta que tenía el "deseado" anillo. Abro las ventanas. Hace mucho calor y hay mucho sol. Miro mi celular esperando encontrar algún mensaje alentador, pero nada. Estoy sóla. Falta un día para mi cumpleaños y me siento sóla. Sin embargo me aíslo aún más. Agarro mi bici y me voy a la terraza de mi madre pensando encontrar tranquilidad. Llego, mi madre no está (ya lo sabía). Subo a la terraza y me encuentro con varios seres desconocidos y coquetos. "Ufa", digo para mis adentros pero sin embargo me recuesto ahí a leer. Está nublado, pero sin embargo me quedo porque las terrazas tienen ese noseque que genran algo en mi. Me llama mi mamá y al escuchar su voz descubro y descubre que estoy triste. Lloro en silencio para que mis coquetos vecinos no lo noten. Le habló tan seco y triste a mi mamá que se preocupa y luego de cortar la comunicación me manda un mensaje que me dice "Voy para allá". Ahí comienza una seguidilla de malos entendidos. Ella vuelve a llamar. Yo no quiero hablar por teléfono, entonces no la atiendo. Al rato llama mi padre, tampoco atiendo. Empiezan a llamar varias personas de mi familia, preocupados ellos, pero sigo sin tener ganas de hablar. Empieza a llover y me quedo sóla en la terraza sintiendo la lluvia, intentando que ella me lave un poco está melancolía pre cumpleaños. Contesto algunos mensajes a mis parientes y ellos evidentemente lo interpretan raro. Bajo al departamento vacío y me recuesto a distraerme con Los Simpsons. No lo logro. El telefono sigue sonando. Me quedo sin batería en el celular, y es un alivio en ese momento. Al rato suena el telefono fijo del departamento, es mi papa, con voz asustada. Me pregunta qué pasó, que está viniendo la policía para ver si estoy bien. Sorprendida, digo que solo tengo un mal día. Hablo con mi amada hermana, que ríe para no llorar. Suena el timbre de mi casa, es mi cuñado que viene llorando. Lloramos los dos juntos sin saber bien porque, o sí, pero lloramos por cosas diferentes. Me siento culpable. Subimos los dos al departamento. Al rato llega mi mamá desencajada, me abraza y lloramos. Me dice cosas terriblemente hermosas. Me siento más culpable y odio la era de los celulares, en donde uno no contesta y el otro se preocupa sobremanera. Estoy bien. Y dejo de sentirme sola. Llegan al departamento más personas preocupadas por mí y que me quieren. Estoy como en una burbuja, no entiendo bien como pasó todo esto. Quizás tenía que pasar un día como hoy para sentirme querida, no lo se. Pero preocupé a un montón de gente sin quererlo, sin pensarlo y sin planearlo. Lloro con mi mamá abrazadas en el sillón, tomamos mate y nos recomponemos. Un mal día tiene cualquiera, pero hoy la melancolía, la lluvia, el calor, la terraza, la batería del celular, el ex inquilino del departamento de mi madre (medio mafioso él) y mis lagrimas conspiraron para sentirme menos sóla en este mundo. 

6 comentarios:

Ale dijo...

"Pero preocupé a un montón de gente sin quererlo, sin pensarlo y sin planearlo."

Piscis... no tengo dudas que no es la primera vez que te pasa, ni tampoco que ya han reaccionado preocupados por vos...

Conclusión... si realmente buscabas besos y abrazos, esta era una buena forma de alcanzarlo! no?

Anónimo dijo...

Si alguien decidiera secuestrarte, dudo mucho, que despues de conocerte dicida hacerlo express... lo tuyo seria una apologia del cautiverio...


feliz cumpleaños...


por que te adoro, por que todo


Yo

El Cochinillo exquisito. dijo...

No se sienta asi linda mujer, que nos oxidamos un poco mas de lo debido.

Cariños, muchas felicidades, y exquistos saludos.

Pd: le compre un regalo.

Librepensador dijo...

Bueno, bien!!!
Finalmente fue un excelente día.
Un inesperado y gran regalo de cumpleaños, una gran demostración de amor.

Si bien uno sabe que es querido, esta buenísimo sentirlo como lo sentiste vos.

Feliz cumple!!! compañera pisciana y me uno a tu grupo de contención.
Saludos

Byron dijo...

Suele pasar; esa melancolía pre-cumpleaños la he vivido ya tres veces seguidas. Saludos y feliz cumpleaños.

Juan Pablo dijo...

Vaya, pudo ponerse aún más grave el asunto. ¿Era sólo la sensación de cumplir años? Qué sería lo que tendría a esa mujer en ese estado... Y tal vez lesas lágrimas, esa soledad, y esas pocas ganas de habalr con alguien, sabían que atraerían gente. Uno se sorprende de las cosas que uno hace inconscientemente sabiendo el resultado que tendrán. Pero ahora que ha pasado el cumpleaños...