sábado, 4 de octubre de 2008

Reconstrucción


A veces hay que volver a armarse. Es como si fuésemos uno de esos rompecabezas de miles de piezas que de un momento a otro se desarma y las piezas quedan todas mezcladas. Algunas caen al piso, otras se esconden abajo del sillón, otras se doblan y hay que enderezarlas. Hay que recoger todas las piezas y empezar de nuevo. Empezar a armarse una vez más. Hay que mirar bien cada una de las piezas y sus encastres. Es una tarea que requiere paciencia y esfuerzo, pero es bueno hacerlo. Por momentos parecerá que sobran piezas y otras faltan, pero llegará un día en que sólo quede un espacio vacío y una sóla pieza. Ese día estaremos armados nuevamente. Pero efímero es el momento en que estaremos perfectamente completos. De un momento a otro revolearemos la mesa nuevamente (o alguien lo hará por nosotros) y las piezas nuevamente volaran por los aires y todo será un caos una vez más. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

... y cuando intento unir cada pieza que me conforma me encuentro con muchas que faltan, otras que se superponen y exigen el mismo lugar, nunca logro organizar ese caos de yoes tremendos, ruidosos, incompatibles. Luego desisto una vez más y sin darme cuenta sigo sumando piezas para volver a enloquecer un domingo intentando ser uno solo.

teleo

Anónimo dijo...

Pero el rompecabezas que se arma no es siempre el mismo......hay piezas que uno pierde en el camino...otras que encuentra...otras que cambia.....asi el dibujo que arma el rompecabezas es siempre diferente. A veces gusta, a veces no.....en algún momento tiene muchas piezas y es generalmente cuando uno se queda con elementos sueltos sin saber donde ponerlos. Cuando son pocas suelen armarse estructuras mas solidas y firmes.


Beso!

Juliana Fortini dijo...

Lo peor de todo es cuando uno se tragó piezas hace muchos años y ya las olvidó y nunca volverá a encontrarlas. Sufro pro esos seres. Pero de un segundo a otro, me acuerdo de mi misma y me recomienzo a armar yo misma.
Yo, la egoísta que soy hoy. Jiji. Porque se que los seres rwalmente importantes y sabios no se comen, piezas sino que las esconden para luego redescubrirlas.