sábado, 30 de agosto de 2008
Adieux
En las despedidas se dicen cosas que no se dicen todos los días. Se dicen secretos, se dicen sentimientos viejos que nunca habían sido dichos por miedo, vergüenza o simplemente porque todo parecía eterno. En las despedidas se dan abrazos nuevos que nunca habían nacido. En las despedidas se prometen miles de cosas, sobre todo eso, se promete. Se prometen visitas, tiempo que darán respuestas, llamados, fiestas, trabajos, cartas, amistades y salidas. Algunas promesas se cumplen pero la mayoría de ellas queda en el olvido o en el recuerdo, no lo tengo muy claro.
viernes, 29 de agosto de 2008
Sicarios
Nacemos. Nos miman. El primer llanto nuestro es una bendición, los demás son insoportables. Nos dicen que dejemos de llorar. Nos dan de comer. Nos ponen pañales. Nos duermen. Nos hacen jugar a la mamá o a los autitos. Nos visten de rosa o de celeste. Nos retan. Nos enseñan a valernos por nosotros mismos. Nos adiestran. Nos peinan. Nos mandan al jardín de infantes. Nos vuelven seres sociales. Nos incitan a tener muchos amigos. Nos abrazan. Nos retan nuevamente. Nos retan si lloramos. Nos retan si nos reímos demasiado fuerte. Nos retan si no somos normales. Nos reprimen. No nos dejan salir a bailar. Nos ponen en penitencia. Nos retan si pertenecemos a alguna tribu urbana. Nos retan si no pertenecemos a ningún grupo. Nos enseñan a callarnos con la tele. Nos dicen que estudiar. Nos dicen que cosas no hacer, no pensar, no sentir. Nos enseñan a ganar plata. Nos enseñan a compararnos con los mediocres. Nos ensañan los valores, sin embargo nunca nos valoran. Nos enseñan a disimular que estamos vivos. Nos enseñan a esconder problemas bajo de la alfombra. Nos aplauden cuando nos recibimos. Nos ignoran cuando nos emocionamos. Nos vuelven a retar cuando estamos solos y no queremos casarnos. Nos encierran. Nos cortan las alas, los sueños, y hasta los sentidos. Pero sin embargo, salimos de todo eso, los enfrentamos y seguimos bailando, riendo y viviendo.
Estoy lista
Me encanta hacer listas. Listas con todo lo que tengo que recordar en el día. Listas con lo que tengo que comprar en el supermercado. Listas de las cosas que tengo que dejar de hacer. Listas de las cosas que quiero hacer y no hago. Pero sobre todo me gustan las listas que hago los últimos días del año en los que escribo unas 20 o 30 cosas que sí o sí quiero hacer el año que está por comenzar. Es maravilloso releer esa lista meses después y ver que casi todo lo voy cumpliendo. Es fácil acordarme de comprar papas o pasta de dientes. Es fácil acordarme de llamar a tal o cual cliente. Pero no es fácil cumplir sueños y deseos pero al releerla me doy cuenta que bastante me acerco a los que mi lista y yo queríamos para mí este año.
jueves, 28 de agosto de 2008
Otro jueves cobarde
Sueño que me despierto por el canto de un gran pájaro que está cerca de mi ventana. Lo miro entre dormida y él me sonríe mientras sigue cantando una melodía que me resulta conocida. Salgo de la cama descalza y el piso está tibio, y eso genera una sensación de bienestar en todo mi cuerpo. Me pongo un vestido blanco, liviano y precioso. Desayuno frutas de todos los colores, sabores y aromas. Las disfruto como si fuese la primera vez que las comiese. Salgo a bailar con los árboles y a caminar descalzas por las hojas que arman sobre el suelo un colchoncito hermoso. Empiezo a correr y el viento me despierta aun más, los pelos me revolotean, el vestido blanco se me pega al cuerpo. De repente me detengo ante la inmensidad. Llegué a donde quería llegar. Bajo caminando el médano y me acerco al mar. Voy caminando por la arena que está tibia por el inmenso sol que nos acompaña hoy. Llego a la orilla y dejo que la espuma se me meta entre los dedos de los pies. Me doy cuenta en ese instante que soy feliz. Respiro hondo y me despierto.
miércoles, 27 de agosto de 2008
El mismo amor. La misma lluvia.
La tormenta de Santa Rosa está llegando a la ciudad. El cielo azul se esconde atrás de las nubes, o las nubes lo esconden a él. La gente sale de su casa con paraguas, pero todavía ni una sola gota ha caído del cielo. Los lavaderos de autos están llenos de empleados aburridos. Todo él mundo des-cuelga la ropa que tiene en la terraza o en el patio esperando un poco de sol. Pilotos, colores negros, grises y marrones. Algunos sombreros.
martes, 26 de agosto de 2008
Despertarme en tu boca
Hay besos suaves. Besos acelerados. Besos tímidos, besos incómodos. Hay besos pasionales, besos que invitan. Besos dulces, besos babosos. Hay besos inocentes y también de los otros. Hay besos que nunca se pueden olvidar. Hay primeros besos y hay de los últimos. Hay besos alegres y besos mezclados salados con gusto a lágrimas. Existen besos que se dan los lunes o cualquier otro día. Hay besos que mienten. Hay besos que declaran. Hay besos robados. Besos borrachos. Hay besos temblorosos. Besos prohibidos. Hay besos que son un preludio y otros a los que sólo les queda el final.
lunes, 25 de agosto de 2008
Sobre-vivir
viernes, 22 de agosto de 2008
Aqui y ahora
Mucho trabajo lindo. Mucho stress del sano. Risas en el trabajo. Alas que arrastran. Piropos. Entrenamiento para una maratón de 42 km. Comida rica. Mucho alfajor. Mates por las mañanas y también por las tardes. Muchas invitaciones a hacer locuras. Algunos rechazos. Reencontrándome con el teatro. Orden en mi casa. Orden en mi mente. Recitales. Incertidumbres. Sigo bajando películas sin saber cuando verlas. Vino tinto. Algunas cervezas. Llamados de amigos. Acelere constante. Calor como consecuencia del acelere y de las corridas. Amistades no peligrosas. Nuevo look. Locura. Energía positiva. Feedback. Parque. Nueva bicicleta. Viajes cercanos. Entrevistas que siempre quise hacer. Mucho escribir. Cae la ficha. Estoy "enfelicidada".
Anoche soñé contigo
Eran las nueve de la noche la ciudad estaba fría pero no tanto. San Telmo oscuro, sucio pero pintoresco como casi siempre. De golpe soñe con K.J. y no estaba durmiendo. A lo largo del recital varias cosas se me fueron viniendo a la mente. Por ejemplo, que desde que te perdí se me abrieron las puertas de par en par. También, me di cuenta que no voy a ser yo la que se ande con mas o menos. Que tengo un lunar que mira, que invita. Que hay mucha gente caminando por la ciudad y nadie la mira. Pero vos y yo sabemos que están. Asimismo, tuve una revelación: me gusta mucho el guacamole. Por otro lado, soy de las que admite haber creado amistades de borrachera y también sabe que muchas de esas amistades perecieron en la sobriedad. Pero más allá de todas estas cuestiones que cruzaron mi mente aquella noche de anoche, una vez más me di cuenta, mientras disfrutaba, escuchaba y bailaba despacito, que el “timing is the ansewer to success”.
miércoles, 20 de agosto de 2008
"Sigan hambrientos. Sigan alocados "
Hace algún tiempo alguien me enseño que está bueno pensar que uno se va a morir. Está bueno ser conciente de la finitud de uno mismo. Muchas veces uno flota en la vida y al cabo de un tiempo mira retrospectivamente y se da cuenta que uno no hizo nada.
¿Y porqué no hizo nada? Porque no era conciente de que todo esto algún día se va a terminar. Trato de pensar (siempre que puedo) que me voy a morir y no desde un lado depresivo, sino todo lo contrario. Pienso en la muerte como algo que algún día va a llegar y no quiero que me agarre con la mente y el corazón vacíos. Es por eso que trato de hacer casi todo lo que se me canta hacer. Y ahora se me cantaba escribir sobre esto, pero no se si pude explicarlo como quería. En este nuevo instante se me canta gritar. Pero nunca sabrán si lo hice o no.
martes, 19 de agosto de 2008
Cicatrices
Estoy llena de cicatrices. Tengo una chiquita en la nariz, que me regaló la varicela. Tengo una más grande (la más grande de mi cuerpo) en mi mano derecha. Fue la cicatriz conseguida de la forma más divertida. Yo era una blonda niña y jugaba al ring raje con mis amigos de la cuadra. Me encantaba (aun me gusta) la adrenalina de tocar el timbre y correr sintiendo que en cualquier momento algún dueño de hogar al cual has interrumpido empieza a perseguirte. Tengo cicatrices en mis dedos por mi duro entrenamiento. Tengo una cicatriz nuevita en mi pierna, luego de una caída hermosa por estar distraída mirando a lo lejos cuando acá cerca había un cordón de vereda. Tengo algunas otras otras cicatrices esparcidas en mi cuerpo (rodilla, dedo gordo de la mano, hombro, etc.). Pero sin duda pensé que tenía una grande. Pensé que me habían lastimado mucho por estos días y que me habían regalado una cicatriz terrible que tardaría en regenerar piel nueva para poder volver a tener sensibilidad en ese lugar. Pensé que me iba a doler mucho. En algún momento me dolió pero fue hace mucho. Hoy me doy cuenta que le pongo sal para que cicatrice rápido, pero ya es tarde, porque ese lugar esta recomponiéndose. Sí hasta me atrevo a pasar la mano suavemente por ahí y puedo empezar a sentir la nueva piel, un nuevo sentir, una piel que es acariciada por primera vez. Ya estoy empezando a olvidar que ahí había una cicatriz.
domingo, 17 de agosto de 2008
Es fácil ser feliz (a veces)
Una bici prestada. Unos sadwichitos. Una manta para el pasto. Un libro. Un diario, con noticias viejas. Una lapicera para escribir y su pareja, el papel. Mi compañía y un sol rodeado de nubes por momentos. Es tan fácil ser feliz a veces. La paz, fue trayendo a los pensamientos (de los buenos y positivos). El lago hizo lo suyo con mis sentimientos y mi asociación con el mar. El teléfono sonó varias veces. No quería compañía. No la quise hasta bien entrada la tarde cuando llegó él a charlarme. Andamos en bici por la ciudad. Llegue a casa exhausta de tanta tranquilidad y de tanta vida respirada.
jueves, 14 de agosto de 2008
Les Femmes savantes
Una mujer se duerme "enfelicidada". Pasó una buena noche. Se despierta pensando en los instintos reprimidos. Piensa en la razón (si es que existe una) que llevan a reprimirlos. Piensa en su pasado y en su presente. Luego regresa al aquí y ahora. Sigue contenta. Desayuna algo no muy sano. Busca palabras virtuales. No las encuentra. Trata de olvidarse de todo, porque quizás todo esté en su cabeza. Se hace amiga de la idea de no reprimir los instintos y sí a las razones impuestas. Camina bajo el sol. La vida va cambiando de a poco, o quizás sea la mujer la que se modifica al ser vivida.
miércoles, 13 de agosto de 2008
Comerse la vida
Salió el sol. Las calles cambian de color. Se ilumina la cara de la gente. Los arboles pelados generan un lindo paisaje. El aire pareciese ser mas puro. Es un buen día para dejarse "caminar por las calles". Es un buen día para enamorarse.
martes, 12 de agosto de 2008
Ni blanca ni radiante
Uno se reencuentra con mucha gente a lo largo de la vida. Quizás en estos tiempos "post modernos" sea más fácil por las cientas de tecnologías que se han inventado para encontrarte con todos los que alguna vez (aunque sea por un rato y sin mucha “significancia”) pasaron por tu vida. La cuestión es que en estos días me he reencontrado con bastantes personas y una de ellas me reveló una frase que aún me tiene en pena. El joven, guapo, aparentemente inteligente, deportista, que había sido noviecito mío a los 15, 16 (no lo recuerdo bien), me contacta. Charlamos, hablamos, todo por medios digitales y me confiesa que está casado. Me alegro y vuelvo a creer que mi generación también puede apostarle al amor. El amor es posible, la unión es posible (no porque crea en el casamiento). Entre las cientas de dudas que tengo en la vida, una es que se le pasa a uno por la cabeza antes de casarse, y mucho más en estos días que corren o vuelan (según como se los viva). Entonces, le pregunto, a este muchacho, porqué se casó, qué fue lo que sintió, cómo es casarse y estar casado en estos tiempos. Su respuesta, casi sin pensar es "me case para evitar la soledad, para mantener la especie". Entonces, mi alegría se destruye una vez más y me doy cuenta que es tan complicado todo. ¿Dónde corno quedó el amor en este mundo?
lunes, 11 de agosto de 2008
Darse cuenta de algo sencillo
¿Por qué llora? Le preguntó un desconocido. Ella lo miró y pensó en la respuesta. No tenía una. Pensó en inventar una razón terriblemente dolorosa para justificar las lagrimas que nacían de sus ojos. Sin embargo, se secó las lagrimas con un suave pañuelo verde que sacó de su cartera, respiró hondo y contesto. “Por nada… lloro por nada…”.
domingo, 10 de agosto de 2008
No te duermas niño
Porque cuando juego con Minerva nos igualamos en edad (y conste que ella no sube a la mía sino que yo desciendo hasta los dos años). Porque me gusta reirme y llorar mucho. Porque soy caprichosa. Porque amo jugar sin apostar nada. Porque también amo jugar sin siquiera contar los puntos. Porque a veces hago trampa. Porque el mundo se para cuando juego. Porque amo el dígalo con mímica. Porque me encanta disfrazarme de otra persona y hablar, caminar, y pensar como ella. Porque no creo en Papa Noel, pero por las dudas a las 12 miro el cielo. Porque soy desvergonzada (con muchas cosas). Porque a veces reacciono casi instintivamente. Porque me gusta sacarle la lengua a mis coleguitas. Porque me gusta caminar desnuda. Porque sigo creyendo en el tiempo biológico y no en el reloj. Porque me despierto muchas veces a la noche. Y por sobre todas las cosas porque sigo creyendo que puedo volar. Por todo eso y algo más. Feliz día del niño para mí!!!
sábado, 9 de agosto de 2008
¿Soy sola y qué?
Hace más de un año que quiero escribir una obra de teatro sobre la soledad. Empecé, paré. Luego empecé de nuevo y lo volví a abandonar. Hoy quiero empezarla de nuevo y terminarla. No se si llegue a estrenarse, ni siquiera se si llegue a ensayarse pero quiero escribir sobre el tema. ¿Porqué? Porque me parece que la soledad es uno de los sentimientos mas grandes, antiguos y contradictorios que hay. Así como el amor es solo una cosa, el odio lo mismo, la tristeza también y demás sentimientos. La soledad no tiene un solo significado. La soledad nos puede hacer los hombres o mujeres mas felices y generar al unísono todo lo contrario. Así como una cama de dos plazas invita dormir solo estirado, con dos almohadas sin pelear por dormir con o son acolchado, la misma inmensa cama puede generarnos tristeza al ser tan grande y estar tan solos en ella. Así con casi todas las cosas. Supongo, como dice alguna gente inteligente, que aprendiendo a disfrutar de la soledad uno se prepara para compartir su vida con otra soledad que anda dando vueltas por ahí. Quizás así sea. Lindo tema si los hay. Grandes charlas ha generado en todos los siglos. Pero hoy en día me parece que tiene una "signficancia" mayor. Porque la mayoría de la gente le teme a la soledad, corre en busca de compañía, se aferra al celular para no sentirse sola, pone la tele, música para no escuchar el silencio que la soledad genera. Yo, desde mi pequeña porción de mundo, me estoy reencontrando con mi soledad. Tengo buenos y malos momentos, pero se que es mi amiga y tengo que entenderla, así como ella tiene que entender mis momentos. Aprenderemos juntas a convivir por un tiempo. Hasta que llegue algún día que me olvide de ella, porque será más importante la felicidad que ella me trasmite.
viernes, 8 de agosto de 2008
Entre necesidades...
Necesito respirar. Necesito comer chocolate. Necesito una iglesia. Necesito bailar. Necesito vino con amigos. Necesito llorar. Necesito jugar. Necesito reirme sinceramente. Necesito abrazar. Necesito que me consuelen. Necesito tirarme en el pasto. Necesito correr mucho. Necesito recuperar lo que es mío. Necesito conocerte. Necesito mirar a los ojos. Necesito abrirme. Necesito ir al cine. Necesito ir al teatro. Necesito empezar finalmente a actuar. Necesito empezar a ser mas "inteligentemente" egoísta. Necesito dejar de querer cambiar lo "incambiable". Necesito dejar de querer que todo el mundo se tome la pastilla roja. Necesito aprender a escuchar mis defectos. Necesito aceptarlos y necesito ser mejor persona. Necesito aprender a valorar a los que se lo merecen. Necesito estar sola. Necesito mimos muchos. Necesito jugar con Minerva. Necesito recordar mi infancia.
jueves, 7 de agosto de 2008
The joker
En contra de aquellos que dicen que su "magnífica" actuación está sobre dimensionada por su muerte, escribo estas palabras. Porque hacía mucho que no veía a un personaje (no a un actor) tan maravillosamente construido desde su ausente pasado, desde su juego físico y desde su construcción verbal. Y si, aceptémoslo, lo bueno que tiene el Guasón interpretado por Ledger, es que no tiene pasado, o nos marea acerca de él. Y eso es lo bueno que tiene la película que uno todo el tiempo intenta buscarle significante a tanta maldad, tanta inteligenca y tanta locura mezcladas. Pero la película no quiero mostrarlo, y está bien que así sea. Así que desde aquí felicito al Joker y no al actor que tuvo problemas más comunes, triviales, "solucionables" que podemos tener cada uno de nosotros.
martes, 5 de agosto de 2008
La casita de cristal
Un día la mujer que hablaba del amor quiso sentir que vivia en una casa cubierta por un cristal protector. Un día ella soñó que estaba a salvo de todo, que nada malo podía pasarle. En su sueño ella estaba adentro de la casita, mirando para afuera sin temor, porque nada podía atravezar el cristal. Ese día la mujer que hablaba del amor sintió tranquilidad, paz y felicidad. Sin ambargo ella sabía que su sueño era imposible por varias razones. Primero porque el cristal suele no ser un material inmune a las agresiones externas y tambien se dio cuenta que ella no permanecería ahí refgiada mucho tiempo. No lo soportaría.
100
100 mentiras
100 verdades
100 amores
100 lagrimas
100 amaneceres
100 peliculas
100 despedidas
100 silencios
100 pedidos de ayuda
100 corazones vacios
100 dormidos
100 visitantes
lunes, 4 de agosto de 2008
Abrazos de osos
El pasado 9 de mayo, en Paris se realizo el "Turkish Free Hugs", festejando el "Europe day 2008". Varias personas se reunieron en una calle parisina con carteles que ofrecían abrazos gratis. Así fue como las transeúntes pasaban mirando a esta decena de personas ansiosos por ser abrazados. Extendían sus manos y brazos bien grandes cuando alguien les pasaba cerca. Algunos, los más osados, se animaban y se acercaban a recibir ese abrazo de un completo desconocido, a cambio de absolutamente nada. Se abrazaban, sonreían, y se daban palmadas o mimos en la espalda. Me emociono la noticia y las imágenes, pero no podía (ni puedo) dejar de preguntarme porque estamos en un mundo o en una sociedad mundial donde los abrazos deben ser ofrecidos por desconocidos en la calle. ¿Acaso no abrazamos en nuestras vidas? ¿Acaso estamos tan ocupados con otras cosas que nos olvidamos del contacto físico en si mismo? ¿Acaso abrazamos solamente cuando muere alguien, o cuando estamos enamorados, o cuando alguien está sufriendo? ¿Acaso es tan difícil pararse enfrente de nuestros padres, amigos, y hasta conocidos y pedirles un abrazo sin nada a cambio y sin ninguna razón mas fuerte que la necesidad de abrazar a otro ser? En fin, estas y otras dudas me surgieron con la noticia. Peor también me dieron inmensas ganas de salir a abrazar gente. Conocidos, amantes, queridos, desconocidos y hasta enemigos (que creo no tener). Así que, si alguien anda por la vida buscando un abrazo aquí estoy yo para regalárselo. Una y mil veces, quiero abrazar a la gente gratuitamente sin esperar nada más que sentir a otra persona cerca mío. Dejar que el tiempo por unos segundos se pare y permanecer abrazado fuertemente a alguien. Aquí y ahora quiero abrazar.
Silencio Hospital
Luego de un día entero de ayuno y de limpiar mi alma de todo ser extraño, finalmente fui al hospital. Odio los hospitales. Me cuesta ver a la gente enferma, me da tristeza, me impresiona el estado de debilidad y vulnerabilidad que es estar en una camilla trasportada por seres extraños. Me tocó a mi esta vez. Un examen casi de rutina, o no. Miedos, vacío estomacal, duda por lo que pasaría y sobre todo el terror a la anestesia total. Es raro sentir que te inyectan y te dicen que te vas a dormir y luego despertarte en otro lugar, también extraño. Drogada, así me sentía luego del examen. Lo primero que se me vino a la mente cuando me desperté fue "quiero una copa de vino rosado" (borracha yo, si las hay). Luego me agarró una sensación de tristeza, quizás por lo que había perdido el día anterior, o por la falta de control que había tenido por 30 minutos. Nunca voy a saber que es lo que pasó en es habitación durante esos minutos. Tampoco me preocupa tanto, pero si sentí la sensación de que me habían dormido y yo ya no decidía que hacer, que decir, que pensar. Al cabo de un rato, me vestí, vino el medido y lo más importante trajo el diagnostico: estoy sana. Alivio y tranquilidad me invadieron con sus palabras. Salí del hospital flotando, drogada y rara. Un día más que merece ser vivido.