martes, 12 de agosto de 2008

Ni blanca ni radiante


Uno se reencuentra con mucha gente a lo largo de la vida. Quizás en estos tiempos "post modernos" sea más fácil por las cientas de tecnologías que se han inventado para encontrarte con todos los que alguna vez (aunque sea por un rato y sin mucha “significancia”) pasaron por tu vida. La cuestión es que en estos días me he reencontrado con bastantes personas y una de ellas me reveló una frase que aún me tiene en pena. El joven, guapo, aparentemente inteligente, deportista, que había sido noviecito mío a los 15, 16 (no lo recuerdo bien), me contacta. Charlamos, hablamos, todo por medios digitales y me confiesa que está casado. Me alegro y vuelvo a creer que mi generación también puede apostarle al amor. El amor es posible, la unión es posible (no porque crea en el casamiento). Entre las cientas de dudas que tengo en la vida, una es que se le pasa a uno por la cabeza antes de casarse, y mucho más en estos días que corren o vuelan (según como se los viva). Entonces, le pregunto, a este muchacho, porqué se casó, qué fue lo que sintió, cómo es casarse y estar casado en estos tiempos. Su respuesta, casi sin pensar es "me case para evitar la soledad, para mantener la especie". Entonces, mi alegría se destruye una vez más y me doy cuenta que es tan complicado todo. ¿Dónde corno quedó el amor en este mundo?

2 comentarios:

Maniaxx dijo...

El amor esta en personas como vos que aun creen en él. El amor no hace que el mundo de vueltas sino aquellas personas que se han atrevido a sentirlo. Amén por eso.

Chara dijo...

La respuesta es contundente, el amor está en...

(todo me parece tan inasible cuando intento escribir sobre el tema, debo haber escrito 20 cosas, pero me decidi por tres puntos suspensivos, asi son las cosas con el amor).