martes, 19 de agosto de 2008

Cicatrices




Estoy llena de cicatrices. Tengo una chiquita en la nariz, que me regaló la varicela. Tengo una más grande (la más grande de mi cuerpo) en mi mano derecha. Fue la cicatriz conseguida de la forma más divertida. Yo era una blonda niña y jugaba al ring raje con mis amigos de la cuadra. Me encantaba (aun me gusta) la adrenalina de tocar el timbre y correr sintiendo que en cualquier momento algún dueño de hogar al cual has interrumpido empieza a perseguirte. Tengo cicatrices en mis dedos por mi duro entrenamiento. Tengo una cicatriz nuevita en mi pierna, luego de una caída hermosa por estar distraída mirando a lo lejos cuando acá cerca había un cordón de vereda.  Tengo algunas otras otras cicatrices esparcidas en mi cuerpo (rodilla, dedo gordo de la mano, hombro, etc.). Pero sin duda pensé que tenía una grande. Pensé que me habían lastimado mucho por estos días y que me habían regalado una cicatriz terrible que tardaría en regenerar piel nueva para poder volver a tener sensibilidad en ese lugar. Pensé que me iba a doler mucho. En algún momento me dolió pero fue hace mucho. Hoy me doy cuenta que le pongo sal para que cicatrice rápido, pero ya es tarde, porque ese lugar esta recomponiéndose. Sí hasta me atrevo a pasar la mano suavemente por ahí y puedo empezar a sentir la nueva piel, un nuevo sentir, una piel que es acariciada por primera vez. Ya estoy empezando a olvidar que ahí había una cicatriz. 

1 comentario:

Chara dijo...

el hombre es una cicatriz en la existencia del mundo.

saludo